Entrevista: En primer lugar conviene entrevistar a la familia para recabar datos importantes acerca de su conducta: qué le gusta, qué le disgusta, qué cosas lo irritan, cuánto tiempo dura su atención, qué materiales o actividades prefiere, etc. Siempre es oportuno conocer al niño y su familia antes de incorporarlo a una clase.Asimismo debemos consultarles por ejemplo, cómo prefiere que lo llamen, si utiliza pictogramas o agendas visuales, si asiste a la escuela con un Acompañante Externo, para poder definir si es necesaria la ayuda de un maestro a lo largo de toda la clase. Además es preciso conocer de qué manera están abordando su comportamiento, tanto los familiares como los profesionales que lo atienden.
Agenda: Con el fin de organizar mejor sus tiempos y anticiparle al niño la siguiente actividad, son de mucha utilidad las agendas visuales (ver apéndice al final del artículo). Se trata de un recurso práctico que ayuda a reducir la ansiedad y la angustia, evitando berrinches.
Por ejemplo, ¿qué conviene hacer si el niño quiere irse antes de tiempo? Podemos mostrarle la agenda y recordarle que aún no es momento de irse, y que, por ejemplo, todavía les falta merendar (mostrándole el pictograma correspondiente en su agenda).
También puede ocurrir que el niño llore, se enoje o simplemente grite. En ese caso hay que prestar atención si hubo algún cambio en la organización de la clase. Los niños suelen ser muy estructurados; por ejemplo: si luego de la merienda venía el cuento, es mejor no alterar el orden. Si fuera necesario modificar la agenda, conviene anticiparle ese cambio.
A veces los niños con TEA necesitan salir del aula, caminar un poco para relajarse y poder continuar trabajando. En tal caso, es importante delimitar ese tiempo: “Bueno, ya estamos más tranquilos, vamos a regresar con la seño y los demás nenes”. Se refuerza esta indicación además señalando el correspondiente pictograma.
Reacciones: Si el niño se muestra agresivo o muy alterado se recomienda que, para calmarlo, intervenga siempre la misma persona, alguien con quien el niño haya establecido un vínculo más estrecho. Conviene que se acerque lentamente y siempre de frente a sus ojos, para que pueda anticipar lo que va a ocurrir. Debe intentar abrazarlo; aunque al principio rechazace su abrazo, luego lo aceptará. Debería ser un abrazo suave, sin apretarlo.
Es común que se aburra rápidamente; por lo tanto siempre habrá que disponer de algunas actividades extras para que realice. Por ejemplo: si la actividad consiste en pintar, pedirle que su dibujo sea más grande, o proponerle realizar dos dibujos en vez de uno. Esto dependerá de los gustos de cada niño, procurando siempre actividades que le atraigan.
Es importante saber si el niño presenta híper o hipo sensibilidad a los estímulos visuales y/o sonoros. Si fuera hipersensible conviene mantener la clase con calma: elegir canciones tranquilas y no cantar en tonos muy altos; no exponer muchas imágenes en las paredes; delinear sectores en el aula (“versículo del día”, “historia bíblica”, “lista de nombres de los alumnos”, etc.); establecer un mismo sector para presentar información nueva. Se aconseja no acumular contenido, sino actualizarlo; por ejemplo: no dejar el versículo de la semana pasada y agregar otro, sino quitarlo y colocar el versículo nuevo.
Lic. Lorena Torres
Lorena Torres, forma parte de la RED INTEGRADORA DE SBA y junto a otros profesionales, voluntarios, especializados en el trabajo con personas con discapacidad dona su tiempo y conocimiento para servir a la iglesia Cristo.