El Señor siempre actúa de acuerdo a lo que es correcto. Puede que las situaciones que nos rodean nos lleven a pensar: ¿qué pasa con la justicia de Dios?
Cuando las circunstancias nos parecen malas e injustas, debemos confiar en el testimonio que las Escrituras nos dan sobre Dios. En la Biblia podemos conocer que Dios es bueno y justo, aun cuando las circunstancias se tornen difíciles.
Él es nuestro protector; sus obras son perfectas, sus acciones son justas. Es el Dios de la verdad, en él no hay injusticia; ¡él es justo y verdadero!
Deuteronomio 32:4 (DHH)
El creador del cielo, el que es Dios y Señor, el que hizo la tierra y la formó, el que la afirmó, el que la creó, no para que estuviera vacía sino para que tuviera habitantes, dice: «Yo soy el Señor, y no hay otro. Yo no hablo en secreto ni en lugares oscuros de la tierra. Yo no digo a los descendientes de Jacob: “Búsquenme donde no hay nada.” Yo, el Señor, hablo la verdad, digo lo que es justo.
Isaías 45:18-19 (DHH)
“Porque Dios es justo, y no olvidará lo que ustedes han hecho y el amor que le han mostrado al ayudar a los del pueblo santo, como aún lo están haciendo.”
Hebreos 6:10 (DHH)
Dios hizo que Cristo, al derramar su sangre, fuera el instrumento del perdón. Este perdón se alcanza por la fe. Así quería Dios mostrar cómo nos hace justos: perdonando los pecados que habíamos cometido antes, 26 porque él es paciente. Él quería mostrar en el tiempo presente cómo nos hace justos; pues así como él es justo, hace justos a los que creen en Jesús.
Romanos 3:25-26
Puesto que Dios ya nos ha hecho justos gracias a la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Romanos 5:1
Cuando el pecador merecía castigo, Dios entregó a su único Hijo para cumplir todas las justas demandas del pecado, una vez y para siempre, en la cruz. De esta forma manifiesta y muestra su justicia, dándose a conocer como un suficiente y único Salvador y Juez Justo.
Adoremos a Dios por lo que es, por lo que ha hecho, hace y hará.