Cada vez hay más personas desplazadas; una cifra sin precedentes de 65,6 millones de personas han sido obligadas a abandonar sus hogares en todo el mundo. Vivimos una crisis humanitaria que ha afectado a casi todas las regiones del mundo. Las Sociedades Bíblicas en todo el mundo están trabajando para llevar la Palabra a las personas que anhelan el consuelo, la esperanza y la sanidad de Dios.
En Sudán del Sur, donde cuatro millones de personas han sido expulsadas de sus hogares, la distribución bíblica ha aumentado dramáticamente. La Sociedad Bíblica de allí ha distribuido más de 250 mil Biblias desde que el conflicto comenzó en diciembre de 2013, en comparación con un promedio de alrededor de 6 mil Biblias el año antes de comenzar la guerra.
Después de cuatro años de conflicto en el este de Ucrania, 4,4 millones de personas se encuentran en una “situación humanitaria grave”, según las Naciones Unidas. El año pasado la Sociedad Bíblica de Ucrania distribuyó más de 190.000 Escrituras, muchas de ellas a personas afectadas por los combates, incluidos refugiados, soldados y pacientes hospitalizados. La mitad de los distribuidos fueron ediciones especiales del Nuevo Testamento, incluyendo uno impermeable para los militares y otro que destaca versículos sobre la esperanza.
“En medio de la tensión, las personas buscan el consuelo y la estabilidad que se encuentran en la Palabra de Dios”, dijo el Secretario General de la Sociedad Bíblica, Rev. Oleksandr Babiychuk.
Mientras tanto, dos millones de artículos bíblicos, incluidas más de 350 mil Biblias completas, se han distribuido en Siria, Líbano, Jordania e Irak desde que el conflicto azotó la región en 2011. En 2017 se distribuyó en Siria una cantidad récord de 200.281 porciones bíblicas. George Andrea, que dirige el equipo de cuatro miembros del personal de la Sociedad Bíblica de Siria, dijo que la librería de Aleppo ha permanecido abierta casi todos los días durante los siete años de guerra.
“Durante la Navidad organizamos nuestra mayor distribución”, dijo George. “Debería ver a los niños cuando reciben estos regalos. Sienten que la Biblia es un regalo de Dios especial para ellos. De esta manera, le damos a los niños la esperanza de que Dios los ayudará a pasar este mal momento.”