Lectio Divina es una expresión latina que literalmente significa «lectura de Dios».
Es una frase muy antigua que busca expresar lo que el subtítulo que aquí la acompaña nos señala: «lectura orante de la Biblia».
Se trata de acercarnos a la Biblia, a la Palabra de Dios, no por simple curiosidad o por mero estudio, sino para orar con ella, rezar con sus textos, en definitiva, dialogar y crecer en intimidad con el mismo Dios que habla hoy en la Sagrada Escritura.
Esta es una práctica recomendada, estimulada y enseñada por los pastores, coordinadores, catequistas y dirigentes de la Iglesia.