Problemas de traducción

Cuando uno examina un texto para traducir a otro idioma, se presentan ciertos rasgos que apuntan a la existencia de problemas subyacentes. La serie que transcribimos a continuación comprende algunos de los rasgos más comunes
causantes de dificultades:

Frases idiomáticas
En la medida en que reflejan rasgos culturales muy específicos, las frases idiomáticas son una fuente probable de complicaciones en la traducción. Una expresión como «sobre Edom echaré mi calzado» (Salmos 60.8) tiene que analizarse cuidadosamente y su sentido debe determinarse a cabalidad antes de cualquier intento de traducción, pues ella hace referencia a la posesión de la tierra y no a su rechazo.

Sentidos figurados
Difieren de las frases idiomáticas en que la extensión figurada del sentido afecta solo a una palabra dentro de una expresión determinada. Deben ser objeto de recelo por cuanto ellos también suelen estar íntimamente ligados a peculiaridades culturales. En la frase «el que siembra para su carne» (Gálatas 6.8), el termino «carne» no puede tomarse literalmente. Alude a los deseos naturales del ser humano.

Objetos inexistentes en la cultura receptora
Palabras como «león», «camello», «mostaza», «barco» o «filacteria» identifican objetos que para algunas culturas no son originarios. Eso no significa que los lectores de la cultura receptora no sepan o no puedan aprender lo que son tales objetos. Sí significa que a menudo hay que brindarles alguna asistencia, de modo que la información necesaria pueda transmitirse adecuadamente.

Actividades que podrían parecer extrañas a los miembros de la cultura receptora
Si, por ejemplo, las prácticas agrícolas de una comunidad han probado durante siglos que el cultivo mixto es altamente benéfico, puede resultar absolutamente incomprensible que se ordene no sembrar los campos con mezcla de semillas (Levítico 19.19). Quienes utilizan bueyes para arar generalmente estarán de acuerdo con que un buey y un burro no podrán arar juntos (Deuteronomio 22.9). Sin embargo, para los que no estén familiarizados con el uso de animales de tiro, tal prohibición carece de sentido. Muchas personas encuentran que pisotear el grano usando bueyes es una práctica dispendiosa, máxime si los bueyes no están abozalados.

Presuposiciones implícitas que sean contrarias a las de la cultura receptora
Las suposiciones pertenecientes al tabú (positivo) asociado con el Área del Pacto pueden ser contrarias a creencias propias de la cultura receptora.

Expresiones relativas a las vivencias psicológicas
Las expresiones de «amor», «odio», «gozo» y «placer» suelen estar en íntima relación con alguna parte del cuerpo por ejemplo «corazón», «entrañas» o «riñones» pero en cada caso pueden entrar en juego conjuntos de asociaciones muy diferentes. En las Escrituras, por ejemplo, el «corazón» es primordialmente el centro de la percepción intelectual y la conciencia moral, antes que el núcleo de las emociones como es el caso en la mayoría de las lenguas europeas.

Términos extremadamente genéricos
Términos altamente genéricos que en primera instancia dependan de categorías conceptuales más que perceptivas —por ejemplo, «poder», «sabiduría», «conocimiento», «bondad», «maldad», «vida»— tienen que ser analizados concienzudamente para determinar si algunos de los componentes semánticos reflejan conceptos especiales de la lengua receptora. Por ejemplo, en las Escrituras, «conocimiento», especialmente en frases como «conocimiento de Dios» y «conocimiento del mal», se refiere a la experiencia, más que a la información.

Formas lingüísticas completamente diferentes de las de la lengua receptora
Rasgos tales como las preguntas retóricas, el uso de «nosotros» cuando el referente es «yo» y los imperativos en tercera persona (por ejemplo: «hágase la luz») pueden plantear serias complicaciones en el trabajo de traducción.

Secuencias de acontecimientos en orden no histórico
Cuando los sucesos narrados en un texto se dan en un orden no cronológico, el traductor deberá estar atento a dificultades posibles e incluso probables. Por ejemplo, en Marcos 1.43 el texto dice que Jesús despidió a un leproso, mientras que el versículo 44 contiene las instrucciones que Jesús le dio antes de que el hombre saliera.

Estructuras poéticas
Plantean dificultades a la hora de seleccionar formas equivalentes, pues las de la lengua fuente y las de la receptora casi nunca son iguales. Por otro lado, el hecho de que las estructuras poéticas se inclinen hacia un alto porcentaje de lenguaje figurado permite prever aún más complicaciones. También debe tenerse en cuenta el persistente paralelismo que caracteriza las estructuras poéticas hebreas. Es difícil encontrar estructuras paralelas similares que no sean equívocas como también lo es compensar la pérdida de énfasis que ocasiona el uso de otros mecanismos equivalentes.

Unidades mayores del discurso
Los traductores tienden a pasar por alto algunos elementos importantes propios de las unidades mayores del discurso, como es el caso de los conectivos (partículas que relacionan un término con sus antecedentes y consecuentes), las expresiones del entorno (lugar y tiempo) y los indicadores de género literario. En griego, por ejemplo, la marca que identifica el género de la parábola suele ser el pronombre indefinido tis, el cual combinado con antropos a menudo se ha traducido erróneamente como «cierto hombre», aunque debería reestructurarse como «había una vez un hombre».

Extraído de «Significado y diversidad cultural», publicado por las SBU.