Uno de los proyectos vigentes de la Sociedad Bíblica Argentina es la traducción del Antiguo Testamento a la lengua “toba del oeste”, idioma del pueblo originario que lleva el mismo nombre. Esta comunidad, que está asentada a orillas del río Pilcomayo, en el oeste de Formosa, cuenta desde 2010 con el Nuevo Testamento en su lengua.
El equipo de trabajo está formado por cinco traductores. Cada uno de ellos es el encargado de traducir un libro, que después es revisado por todos. También se cuenta con un coordinador, que tiene la tarea de facilitar el trabajo y con un consultor que traslada la traducción en toba del oeste al castellano nuevamente para verificar su fidelidad.
La cultura de la comunidad presenta algunas barreras pero también ofrece ventajas a la hora de la traducción. “Para ellos es más fácil entender cuando la Biblia habla de los sueños, porque tienen muy naturalizado el hecho de recibir revelación de esa forma”, cuenta Ernesto Lerch, coordinador de proyectos de la SBA.
No sucede lo mismo con el uso del lenguaje figurativo. “Ellos entienden las cosas de manera literal porque en su lengua no se utilizan las imágenes y metáforas de la misma manera que en el castellano”, explica Ernesto. Por ese motivo, tuvieron que modificar una de las frases de Jesús en la última cena: en lugar de escribir “este es mi cuerpo”, tradujeron el equivalente a “esto es como mi cuerpo”.
“Esas son algunas cosas que traban, pero también hay otras cosas que facilitan. Una de las traductoras, por ejemplo, es pastora de ovejas, por lo tanto es la más capacitada para buscar en su lengua las palabras justas para hablar del cuidado y de la responsabilidad del pastor. En algunos aspectos, ellos tienen más similitudes con las costumbres de la Biblia que las que tenemos en las ciudades”, relata.
“Algunos antropólogos tienen una postura muy dura con respecto a la traducción de la Biblia o de la presencia de iglesias en estas comunidades, pero el Evangelio no rompe con la tradición cultural; al contrario, afirma el valor de la persona. Cuando entienden el mensaje de Jesús y comprenden su valor como personas, lo relacionan con su historia y cultura”, cuenta Ernesto.
Este año, cada uno de los traductores recibió una computadora nueva, lo que facilitará su trabajo. Este es un gran paso en un largo camino que comenzó en febrero de 2015 en Córdoba cuando los integrantes del equipo recibieron una primera inducción al programa Paratext, el sistema especialmente creado para el trabajo de traducción de la Biblia que es usado por la mayoría de los traductores que trabajan para las Sociedades Bíblicas en el mundo.
La interconectividad brinda muchas ventajas: ahora cada traductor podrá seguir lo realizado por sus compañeros y el coordinador podrá ver todo desde su ubicación.
Es necesario aclarar que las barreras aún se mantienen altos ya que los traductores deben luchar con la falta de electricidad, problemas con la señal de internet y teléfonos, altas temperaturas y otros factores que exigen una rutina especial de trabajo y una serie de cuidados y precauciones.
Ernesto Lerch, coordinador de proyectos de la SBA, expresó: “A pesar de estas trabas, creemos que el nuevo equipamiento aportará eficiencia a la tarea, facilitará la coordinación del trabajo y nos proveerá valiosas herramientas para mejorar la planificación y el trabajo final”.