Doce versículos bíblicos sobre el estudio y la formación
La formación del pueblo de Dios se basó en la enseñanza. La Palabra de Dios debía estar presente en la vida cotidiana del pueblo, en sus corazones, guiando sus decisiones. Debía ser repetida a las nuevas generaciones. Debía ser tema de conversación en la casa, en el camino, al acostarse y al levantarse. Además, debía estar escrita en la casa y en las puertas.
La transmisión del mensaje bíblico estuvo relacionada con el estudio desde su origen. La Palabra debía ser leída; y para eso los miembros del pueblo debían saber leer. La Palabra debía ser transmitida por escrito, y algunos debían ocuparse de escribirla también.
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.
Salmos 32.8
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
Que traigamos al corazón sabiduría.
Salmos 90.12
Encamíname en tu verdad, y enséñame,
Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día.
Salmos 25.5
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová.
Proverbios 1.7a
Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,
Y que obtiene la inteligencia.
Proverbios 3.13
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;
No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca.
Proverbios 4.5
Por el camino de la sabiduría te he encaminado,
Y por veredas derechas te he hecho andar.
Proverbios 4.11
El que ama la instrucción ama la sabiduría;
Mas el que aborrece la reprensión es ignorante.
Proverbios 12.1
Compra la verdad, y no la vendas;
La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.
Proverbios 23.23
Escudriñad las Escrituras;
porque a vosotros os parece que en ellas
tenéis la vida eterna;
y ellas son las que dan testimonio de mí.
Juan 5.39
Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí,
esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
Filipenses 4.9
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado,
como obrero que no tiene de qué avergonzarse,
que usa bien la palabra de verdad.
2 Timoteo 2.15