CREADOS PARA SU GLORIA
“Trae a mis hijos desde lejos, y a mis hijas desde los confines de la tierra, a todo el que es llamado por mi nombre y a quien he creado para mi gloria” (Isaías 43:6-7 LBLA).
Dios nos hizo a todos conforme a su imagen, de tal manera que podamos ser una imagen, o reflejo, de su caracter y su belleza moral.
Todo ser humano debería vivir para la gloria de Dios
“Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).
La manera en que podemos vivir para la gloria de Dios es amándolo (Mateo 22:37), confiando en él (Romanos 4:20), dándole gracias (Salmo 50:3) y obedeciéndole (Mateo 5:16). Cuando hacemos estas cosas reflejamos la gloria de Dios.
Todos hemos pecado y no alcanzamos la gloria de Dios
“Por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios” (Romanos 3:23)
“Pues aunque conocían a Dios, no le honraron como a Dios ni le dieron gracias, sino que … cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen …” (Romanos 1:21-23)
Ninguno de nosotros ha amado, confiado, dado gracias a Dios u obedecido a Dios como deberíamos.
Todo ser humano debería vivir para la gloria de Dios
“Porque la paga del pecado es muerte (eterna), pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 6:23).
Aquellos que no obedecieron al Señor Jesús “sufrirán el castigo de eterna destrucción, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2 Tesalonicenses 1:9) “Y éstos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna” (Mateo 25:46).
En su gran misericordia Dios envio a único hijo Jesusucristo con el fin de proveer el camino a la vida eterna para los pecadores
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros” (Gálatas 3:13).
“Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (1 Pedro 3:18).
La vida eterna es un regalo gratuito para todos aquellos que confian en Cristo como Señor y Salvador
“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo” (Hechos 16:31). “Si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9).
“Por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8).
“Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20).
