La única opción que hoy tenemos como cristianos, es la misma que Jesús tuvo en su tiempo: servir a Dios y al prójimo como personas que viven su fe en medio de las ambigüedades del ejercicio del poder.
Ser comunidad que encarna la fe, la esperanza y el amor en medio de una sociedad dominada por el egocentrismo.
Confiad en Jehová perpetuamente,
porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.
Isaías 26.4
El rey con el juicio afirma la tierra;
Mas el que exige presentes la destruye.
Proverbios 29.4
Abre tu boca, juzga con justicia,
Y defiende la causa del pobre y del menesteroso.
Proverbios 31.9
Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra;
Mas cuando domina el impío, el pueblo gime.
Proverbios 29.2
Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida;
Mas por la boca de los impíos será trastornada.
Proverbios 11.11
La justicia engrandece a la nación;
Mas el pecado es afrenta de las naciones.
Proverbios 14.34
Sométase toda persona a las autoridades superiores;
porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay,
por Dios han sido establecidas.
Romanos 13.1
Por lo cual es necesario estarle sujetos,
no solamente por razón del castigo,
sino también por causa de la conciencia.
Romanos 13.5
Pues por esto pagáis también los tributos,
porque son servidores de Dios
que atienden continuamente a esto mismo.
Romanos 13.6
Pagad a todos lo que debéis:
al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto;
al que respeto, respeto; al que honra, honra.
Romanos 13.7
Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades,
que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.
Tito 3.1
Te aconsejo que guardes el mandamiento del rey y la palabra del juramento de Dios.
Eclesiastés 8.2