amistad

Doce versículos bíblicos sobre la amistad

Dios nos creó como seres relacionales, no para andar solos en este mundo. Fuimos hechos para sostenernos, amarnos, y cuidarnos unos a otros. Es por eso que queremos invitarte a que medites en la Biblia y permitas que Dios te muestre cuál es la forma ideal en la que debemos buscar relacionarnos con otros y hacer más y mejores amigos. ¡Que lo disfrutes!

El que cubre la falta busca amistad;
Mas el que la divulga, aparta al amigo.
Proverbios 17.9

En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
Proverbios 17.17

El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano.
Proverbios 18.24

El ungüento y el perfume alegran el corazón,
Y el cordial consejo del amigo, al hombre.
Proverbios 27.9

Hierro con hierro se aguza;
Y así el hombre aguza el rostro de su amigo.
Proverbios 27.17

Nadie tiene mayor amor que este,
que uno ponga su vida por sus amigos.
Juan 15.13

Y como queréis que hagan los hombres con vosotros,
así también haced vosotros con ellos.

Lucas 6.31

Amaos los unos a los otros con amor fraternal;
en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.

Romanos 12.10

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios.
Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

1 Juan 4.7

Sobrellevad los unos las cargas de los otros,
y cumplid así la ley de Cristo.

Gálatas 6.2

Y considerémonos unos a otros
para estimularnos al amor y a las buenas obras.

Hebreos 10.24

Ya no os llamaré siervos,
porque el siervo no sabe lo que hace su señor;
pero os he llamado amigos,
porque todas las cosas que oí de mi Padre,
os las he dado a conocer.
Juan 15.15

 

Descubrí más sobre lo que la Biblia dice acerca de las amistades en un plan de lectura.

¿Amistad fallida? Encuentra consuelo en la Biblia

Hay algo especial en la amistad.
No puedes elegir a tus familiares o el lugar donde naciste o en qué circunstancias, pero puedes elegir a tus amigos. A veces nos hacemos amigos con los candidatos más improbables. Otras veces, nos encontramos con alguien y sentimos que los conocemos desde siempre. Es realmente un poco mágico.

Algunos de nosotros tenemos la bendición de tener amistades que realmente duran toda la vida. Conocí a mi mejor amigo en la universidad hace trece años y desde entonces hemos estado cerca. A través de todas las temporadas y cambios de la vida, nuestra amistad se ha mantenido estable y ahora se siente como una hermandad de por vida. Realmente agradezco a Dios por traerlo a mi vida.

Pero para la mayoría de nosotros, algunas de nuestras amistades más queridas no continúan con nosotros al entrar en nuevas etapas de la vida y crecimiento. Las personas se mudan, se casan, tienen hijos, se unen a nuevas iglesias y toman otras decisiones que alteran la vida. Cualquiera sea la razón, parece cada vez más difícil hacer y mantener nuestras amistades a medida que envejecemos. Invertimos tanto tiempo y energía en nuestras amistades que podemos sentir una profunda sensación de pérdida cuando esas personas ya no tienen el mismo lugar sagrado en nuestras vidas.

Nuestras identidades pueden vincularse tanto con nuestros amigos que, una vez que se han ido, es difícil recordar quiénes somos sin ellos.

Esta nueva realidad de amistad me ha sido difícil de aceptar en los últimos años. No estaba preparada para ver cómo las estaciones de la vida cambiarían o terminarían mis amistades. Ahora que me he dado cuenta de cuántas de estas relaciones solo duran una temporada, he descubierto que es más importante que nunca tener una identidad firme en un Cristo que nunca cambia. Sé que mi valor no está determinado por la abundancia de amistades en mi vida, sino por la abundancia del amor de Cristo por mí.

Una vez escuché a un pastor decir: «Cristo es la luz al final del túnel oscuro. Y no va a ninguna parte. Otros pueden irse, pero él se quedará». No importa dónde te encuentres en el viaje de la vida, Jesús es el amigo que nunca se va.

Si estás sufriendo la pérdida de una amistad, déjate consolar y alentar con los siguientes versículos:

Juan 15:15
Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho.
Proverbios 18:24
Algunas amistades se rompen fácilmente, pero hay amigos más fieles que un hermano.
Hebreos 13:5b
Porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré ni te abandonaré».
Malaquías 3:6a
«Yo soy el Señor. No he cambiado».

Autor: Coleen Buglino, 20 de junio 2019.
Fuente: Blog de la Biblia – blog.bible

Cinco principios bíblicos para ser un mejor amigo

¿Cuántos amigos tienes?
Creo que la respuesta a esa pregunta variará dependiendo de cómo defines a un amigo. Tenemos mejores amigos, buenos amigos, viejos amigos, amigos de la familia, amigos en Facebook, y todo lo demás. Los amigos son algo maravilloso. Nos hacen reír y levantan nuestro espíritu con su presencia. Nuestros momentos más memorables suceden en su compañía. Durante los días difíciles, nos rodean con amor y apoyo.

Pero no importa la cantidad de amigos que tienes y cuántos momentos hayas compartido, todos los que leen este artículo tienen una cosa en común: nunca hemos tenido y nunca hemos sido un amigo perfecto. Con esto, me refiero simplemente a que en nuestras amistades nunca falta la desilusión. De alguna manera, ya sea significativa o no, nuestros amigos nos han fallado y nosotros les hemos fallado a ellos.

Piénsalo. Mientras que algunas de tus alegrías más grandes son el resultado de tus amistades, también lo son tus peores dolores. Hay noches con ellos que desearías no terminaran, y luego hay días en los que deseas vivir aislado. La amistad es una parte integral de la existencia humana, y todos hemos sido moldeados en forma significativa por relaciones que están llenas tanto de dicha como de dolor.

Lo que dice la Biblia al respecto
Es importante saber por qué Dios diseñó la amistad y lo que tiene qué decir al respecto. A través de su Palabra nos ha dado una lente precisa que nos evitará ser ingenuos, pero también nos impedirá convertirnos en cínicos.

Aquí hay algunos principios sobre los amigos que te ayudarán a mantener relaciones saludables.

1. Las amistades son intencionales
En Génesis 2:18, Dios dice que no es bueno que el hombre esté solo. Esta declaración es más amplia que solo el matrimonio, y se aplica al diseño de Dios para toda la humanidad. La frase “ayuda adecuada” utilizada para describir a Eva no la define como una compañera de trabajo, sino una compañía. Dios nos creó para vivir con compañeros porque Él es un Dios social, viviendo en comunidad dentro de la Trinidad como Padre, Hijo, y Espíritu.

Hay beneficios que provienen naturalmente de estas amistades. Tener un compañero en la vida cotidiana es un beneficio hermoso. Tener a alguien que te consuele en tiempos difíciles es otro (Job 2:11). Amigos honestos que te guiarán al arrepentimiento es un tercero de muchos más (Prov. 27:6).

Cristianos, tenemos que buscar y sumergirnos en la comunidad. Si bien la mentalidad de “lobo solitario” a menudo se aplaude en nuestra sociedad, es muy peligroso y solitario vivir en aislamiento. No te separes de las personas, porque te estarás separando de tu diseño original e intencionado.

2. Las amistades pueden convertirse en ídolos
Mientras que la compañía humana es preciosa, Adán y Eva fueron diseñados principalmente para disfrutar de su relación con Dios. La comunión vertical con su Creador proporcionaría la base para su comunión horizontal. Pero debido a que tendemos a adorar y servir a la creación más que al Creador (Rom. 1:25), nuestras amistades pueden convertirse en ídolos.

Dios ya nos ha dado todo lo que necesitamos en Cristo para la vida y la piedad (2 Pe. 1:3). Eso significa que no tenemos que buscar una perfecta satisfacción relacional en personas imperfectas. ¡La ironía es que cuando invertimos el orden y elevamos a la gente por encima de Dios, terminamos arruinando esas relaciones terrenales con la presión que ponemos en ellas para satisfacernos!

3. Las amistades serán difíciles
La historia temprana de la amistad va de perfecto, a mal, a peor. La armonía de la compañía desaparece cuando Adán le lanza la bolita a Eva para evitar la culpa (Gen. 3:12). Luego, en el siguiente capítulo, ¡Caín mata a su hermano Abel!

Muchos de nosotros no podemos identificarnos con el asesinato de un hermano o un amigo, pero el mismo pecado que gobernó a Adán, Eva, y Caín, existe en nuestros corazones y en los corazones de nuestros amigos. Tenemos motivos egoístas, envidia, codicia, y mucho más en nuestras relaciones, a menudo sin siquiera saberlo. ¡No es de extrañar que sean tan desordenadas! No te sorprendas cuando tus amigos te fallen, o peor.

4. Las amistades son redentivas
Si Dios realmente nos ama, ¿por qué no hace que nuestras relaciones estén libres de conflicto? ¡Eso me encantaría! Pero la cuestión es que el propósito principal del Señor en nuestras vidas es la redención: eliminar continuamente el pecado de nuestro corazón (Filip. 1:6). En ninguna parte el pecado está más expuesto que en una relación, donde una persona imperfecta vive con una persona imperfecta en un mundo caído.

Cuando nuestro pecado, o el pecado de nuestro amigo, se ve expuesto, tenemos dos opciones: huir o acercarnos. ¿Te escondes en vergüenza, te defiendes, le echas la culpas a otro, criticas innecesariamente, o albergas amargura? ¿O confiesas tus pecados, pides perdón, dices la verdad, otorgas misericordia, y animas a otros?

El diseño de Dios es que las dificultades que vienen cuando tienes amistades redentivas prueben y fortalezcan tu fe, para que seas perfecto y completo, sin que nada te falte (Stg. 1:2-4). No huyas de estas pruebas. ¡Acércate y alégrate, a pesar de que no sientas ganas de regocijarte!

5. Las amistades tienen esperanza
Todos buscamos consejos y trucos que mejoren nuestras amistades. Comunicación más eficaz, estrategias de resolución de conflictos, estudios de género, tipos de personalidad, etc. Solo ve a la sección de autoayuda en cualquier librería. Pero la realidad es que no hay secretos que garanticen relaciones sin problemas.

Por el contrario, nuestras amistades tienen una esperanza: Jesucristo. La relación destrozada que experimentó con su Padre en la cruz proporciona la base para nuestra doble reconciliación. Jesús nos reconcilió primero con Dios, lo que luego se convierte en la base para la forma en que nos reconcilia unos con otros.

Lo que dijo C. S. Lewis
Quiero terminar con una gran cita de C. S. Lewis. Sé que acabo de decir no hay secretos que garantizan relaciones sin problemas, pero C. S. Lewis se acerca. Escribió:

Cuando haya aprendido a amar a Dios más que a lo que más quiera en la Tierra, amaré lo que me resulta más querido mejor que lo he hecho hasta ahora. En la medida en que aprenda a amar lo que más quiero en esta tierra a expensas de Dios y en lugar de Dios, me estaré moviendo hacia ese estado en que ni siquiera podré amar lo que más amo en la Tierra. Cuando las primeras cosas se ponen primero, las segundas no quedan suprimidas sino aumentadas.

Ya ves, cuando Dios reina en nuestros corazones, la paz reina en nuestras amistades. La mejor amistad solo estará completa en el cielo, pero hay mucho que podemos disfrutar ahora. El Nuevo Testamento ofrece la esperanza de que nuestras relaciones se pueden caracterizar por cosas como humildad, dulzura, paciencia, honestidad edificante, paz, perdón, compasión, y amor.

¿No es maravilloso que la gracia de Dios hace esto posible, incluso con personas imperfectas en un mundo caído? Esta esperanza reta cualquiera que sea la autocomplacencia y el desánimo que podamos tener sobre nuestras amistades, porque Dios puede traer, aquí y ahora mismo, más crecimiento, paz, y bendición por medio de la gracia.

La esperanza del evangelio nos invita a una insatisfacción santa con todas nuestras relaciones y nos anima a abordar el gratificante pero difícil trabajo de amistades redentivas.

Autor: Paul Tripp, traducido por Johanna da Veiga, 19 de mayo 2017
Fuente: Coalición por el Evangelio – www.coalicionporelevangelio.org

La honestidad en una relación de amigos

¿Qué es la amistad?
¿Qué es la amistad para Jesús, el Hijo de Dios? ¿Qué significa la amistad para nosotros en los actuales días que vivimos en esta tierra convulsa?

La amistad es una relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son familia. De ahí se deriva que existen relaciones amistosas muy fuertes, incluso mucho más que las establecidas por las relaciones de consanguineidad. En el mundo actual se requiere de amistades, pues la amistad es un valor humano basado en la confianza y en la honestidad entre las personas. Es el amor más limpio y puro que se conoce. La amistad es un don de Dios.

Para Jesús, la amistad fue algo esencial en su breve vida en la tierra. Amó por igual a amigos y hasta enemigos. Estableció relaciones de amistad con todos, pero principalmente con tres de sus discípulos: Juan, «el discípulo amado», Santiago y Pedro, que fueron discípulos grandemente amados por él. Jesús amó con amor desbordado e ilimitado a todos los seres humanos, amó a los amigos y a quienes no lo eran hasta el punto de ofrendar su vida por salvarnos a través del sacrificio de su sangre.

El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho» (Juan 15:13–15).

La amistad y la honestidad
La amistad se debe apoyar en lineamientos lúcidos y transparentes para que se consolide como un hecho real y contundente sobre la base de la honestidad. La amistad sigue siendo para Jesús algo primordial en nuestras vidas. Al establecer una relación con nosotros los humanos, lo basó en la humildad y en la honestidad para que sea cercana y estrecha con él.

La honestidad es la honradez, el concepto de la virtud que consiste en decir la verdad por encima de todo, es la decencia, el recato, lo razonable y verdaderamente justo en el cotidiano transcurrir de nuestra existencia humana. Es el respeto por la otra persona hasta el punto de nunca decir lo que no sea cierto, pues la limpieza de corazón es una virtud intachable ante los ojos de Dios.

La amistad es un mensaje de Dios al hombre actual que podemos leer en su Palabra. Jesús es el mejor amigo del hombre y es el mejor ejemplo para nosotros de la amistad. La verdadera amistad se basa en la franqueza, en la honestidad, conceptos sagrados ante Dios y sobre todo, se basa en un profundo y sincero amor.

Al contrario, el amor debe hacernos decir siempre la verdad, para que en todo lo que hagamos nos parezcamos mas a Cristo, que es quien gobierna la iglesia (Efesios 4:15).

No es suficiente hablar solo la verdad, ni es suficiente hablar solo con amor. Pablo nos dice que el amor nos va a guiar a la verdad y la verdad siempre debe estar remojada en el amor. El escritor Warren Wiersbe dijo: «La verdad sin amor es crueldad, y el amor sin verdad es hipocresía».

Dios nos habla de la manera para que podamos tener y mantener una conducta honesta y amorosa como sus seguidores. Solo de esta manera podremos crecer en bendiciones. Mientras más estrecha sea nuestra relación con su Hijo Jesús y nuestra obediencia sea absoluta a él, nuestra vida será ricamente bendecida en la tierra. Basemos nuestra amistad con Jesús y con nuestros amigos en la honestidad, la limpieza y pureza de corazón. Confiemos completamente en él, depositando nuestras cargas diarias en su poder y sabiduría, porque así lo desea para cada uno de sus hijos.

¿Y tú ya tienes establecida una amistad basada en la honestidad con Jesús?

Autora: Mercedes Eleine González, 24 de octubre 2017
Fuente: Blog de la Biblia – Blog.bible

Tres versículos para los amigos del alma

Me acuerdo como si fuera ayer, mi mejor amiga y yo solíamos correr por la calle a la salida de la escuela rayando con tiza las paredes de los vecinos. ¡Cómo pasa el tiempo! Hace poco más de un año celebrábamos su boda. Dios me ha dado muy buenos amigos (no es necesario hacer aquí una lista de sus nombres, ellos saben bien quienes son, nosotros lo sabemos)… Los amigos son como una sonrisa de Dios en la vida.

¿Les has hablado a tus amigos últimamente? Hace un par de días que estaba pensando en ellos, dónde y cómo estarán. Pasa, a veces, que uno crece y se desconecta de aquellos que fueron tan importantes en su vida. Los amigos también forman parte de nuestra amistad y relación con Dios. Ellos han sido regalos de Dios para nosotros y —como todo regalo de Dios— algún día se nos pedirá cuentas de cómo los hemos tratado.

Decía el gran escritor británico C.S. Lewis «La amistad no es necesaria, como la filosofía, como el arte… No tiene valor de supervivencia; más bien es una de esas cosas que dan valor a la supervivencia». ¿Qué sería de la vida sin amigos? Ellos le dan a la vida sabor y gusto, y a través de ellos podemos descubrir a Jesucristo, porque él es más amigo que cualquier amigo.

  1. 1 Samuel 18:1-3
    Después que David terminó de hablar con Saúl, Jonatán se hizo muy amigo de David, y llegó a quererlo como a sí mismo. Saúl, por su parte, aquel mismo día lo tomó a su servicio y no lo dejó volver a casa de su padre. Y Jonatán y David se juraron eterna amistad, porque Jonatán quería a David como a sí mismo.
  2. Proverbios 18:24b
    Hay amigos más fieles que un hermano.
  3. Juan 15:12-15
    Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes. El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho.

Jesús nos llama «amigos»; y cuando esto pasa, la vida es otra… dan ganas de correr por las calles llenos de alegría como cuando éramos niños.

¿Te ha sonreído Dios a través de tus amigos? ¿Qué has aprendido en la Biblia sobre la amistad? ¿Qué significa para ti ser amigo de Jesús?

Autor: Juan Rojas Hernández, 20 de abril 2017
Fuente: Blog de la Biblia – Blog.bible