Nombre del autor:SBA

La Biblia y las relaciones interpersonales en un mundo. Pr. Germán Ortiz

Germán Ortiz. Psicólogo social, pastor y autor. Miembro fundador de LAGRAM (Liderazgo y Adolescencia, Grupo de Amigos). Autor de Vamos por más, Ser amigos y otras publicaciones. Conduce el programa semanal Vamos x más que se transmite por Canal Luz.

Si usted apoya la producción de este tipo de contenidos, lo invitamos a donar en www.sba.org.ar/donar

La Biblia y las relaciones interpersonales en un mundo. Pr. Germán Ortiz Read More »

La Biblia en las artes de Occidente. Pr. Salvador Dellutri

Salvador Dellutri. Pastor de la Iglesia de la Esperanza en San Miguel, Buenos Aires. Evangelista y conferencista de reconocida trayectoria en toda América Latina. Periodista de destacada labor en radio y televisión. Investigador incansable. Novelista y autor de libros de estudio.

Si usted apoya la producción de este tipo de contenidos, lo invitamos a donar en www.sba.org.ar/donar

La Biblia en las artes de Occidente. Pr. Salvador Dellutri Read More »

“Reformulando la justicia social por medio de la Biblia” Dr. Darrow Miller

Darrow Miller. Estudió Filosofía, Teología, Apologética Cristiana, Estudios Bíblicos y Misiones en Estados Unidos, Israel y Suiza. Es cofundador de la Alianza para el Discipulado de las Naciones. Fue discipulado por Francis Schaeffer. Es autor de numerosos trabajos, artículos, estudios bíblicos y libros.

Si usted apoya la producción de este tipo de contenidos, lo invitamos a donar en www.sba.org.ar/donar

“Reformulando la justicia social por medio de la Biblia” Dr. Darrow Miller Read More »

“El Dios de la Biblia en el pensamiento científico” Dra Alejandra Montamat:


Alejandra Lovecchio de Montamat. Médica graduada en la UBA. Especialista en Endocrinología y Metabolismo. Autora de trabajos de la especialidad y de inmunología editados en editoriales universitarias, revistas médicas nacionales e internacionales. Realizó posgrados en nutrición, diabetes, endocrinología y en comunicación médica centrada en el paciente. Colabora como maestra de Escuela Dominical de la Iglesia Bautista de Once y publica regularmente en medios de la Asociación Bautista Argentina artículos de estudios bíblicos y de temas relacionados con filosofía de la ciencia y fe cristiana.

Si usted apoya la producción de este tipo de contenidos, lo invitamos a donar en www.sba.org.ar/donar

“El Dios de la Biblia en el pensamiento científico” Dra Alejandra Montamat: Read More »

“Preparados para exponer la Palabra” Mg. Samuel Perez Millos

Samuel Pérez Millos. Es pastor en la Iglesia Evangélica Unida de la ciudad de Vigo, España. Cursó los estudios de Licenciatura en Teología, en el Instituto Bíblico Evangélico. Master en Cristología y Espiritualidad Trinitaria. Autor de más de 45 libros de teología, comentarios bíblicos y vida cristiana. Es conferenciante en distintos países de Europa, Hispanoamérica, Estados Unidos y Australia. Profesor en el Instituto Bíblico “Escrituras” (AA.HH.), profesor en la Escuela Evangélica de Teología (Fieide), profesor en la Facultad Internacional de Teología (IBSTE) de Barcelona.

Si usted apoya la producción de este tipo de contenidos, lo invitamos a donar en www.sba.org.ar/donar

“Preparados para exponer la Palabra” Mg. Samuel Perez Millos Read More »

“Biblia, Reforma y dignidad de la mujer” Dr. César Vidal:

Es historiador, escritor y comunicador de origen español. Se licenció y doctoró en Historia en la UNED. Igualmente se licenció en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, doctorándose en la Universidad Alfonso X el Sabio. Es también doctor en Teología y Filosofía por la Logos University. Ha escrito y publicado más de 150 libros. En 1977 experimentó lo que él considera el acontecimiento más relevante de su vida: su conversión tras la lectura del Nuevos Testamento en griego.

Si usted apoya la producción de este tipo de contenidos, lo invitamos a donar en www.sba.org.ar/donar

“Biblia, Reforma y dignidad de la mujer” Dr. César Vidal: Read More »

“La influencia de la Biblia en la cultura argentina” Dra. Viviana Barrón


Viviana Barrón de Olivares. Es Doctora en Ciencias Sociales, Magister en Investigación (UBA), Magister en Estudios Religiosos (SITB), y Lic. en Trabajo Social (UNLAM). Es Rectora del Seminario Internacional Teológico Bautista y Profesora Universitaria en Grado y posgrado (UBA y UNLAM). Es Docente Investigadora en el IIGG. Junto a su esposo Jorge pastorean una iglesia bautista.

Si usted desea apoyar la producción de este tipo de contenidos, lo invitamos a donar en www.sba.org.ar/donar

“La influencia de la Biblia en la cultura argentina” Dra. Viviana Barrón Read More »

La Biblia Māori

La conferencista Brenda Crooks es una de las solo 5.000 personas en Nueva Zelanda que hablan te reo māori, y también puede comunicarse en lenguaje de señas, los dos idiomas oficiales en el país junto al inglés. Ahora, como coordinadora de la Biblia Māori Kaituitui en la Sociedad Bíblica de Nueva Zelanda, Brenda está combinando las dos pasiones de su vida, te reo y la Biblia.

“Es el idioma de nuestro país, es hermoso, es poético y es una ventana a su cultura. Hay cosas que pueden ser expresadas en māori que no pueden ser expresadas en ningún otro idioma,” dice Brenda, quien creció desde niña con un deseo de aprender acerca de la cultura māori.

“Yo crecí en la costa oeste de la isla del sur, la cual es bastante europea, así que creo que mi deseo de aprender sobre la cultura māori fue un deseo concedido por Dios.”

Después de completar su Licenciatura en Estudios de Māori al principio de sus treintas, Brenda se unió a la Sociedad Bíblica. Ella ha estado trabajando en la Biblia Māori desde entonces. Además, pasó 11 años modernizando arduamente el texto te paipera tapu (la Santa Biblia en māori) añadiéndole macrones, párrafos y puntuación.

Más recientemente, Brenda ha trabajado en Tāku Paipera, el primer libro de historias bíblicas en māori para niños y la primera aplicación bíblica dedicada en māori de la Sociedad Bíblica.

Sin embargo, es la nueva traducción de la Te Paipera Tapu, que inició hace dos años, la que es ahora su trabajo principal. Habiendo sido publicada por primera vez en 1868 con tres versiones adicionales en 1889, 1925 y 1952, la edición de 1952 es la versión que la mayoría de comunidades y hablantes de māori han usado por más de medio siglo.

“Para los lectores de māori, deseamos darles una traducción informal que les hable en su idioma natural y propio del corazón,” explica ella. “El propósito de traducir las Escrituras en primer lugar a las lenguas maternas es para hacerlas más accesibles y para abrir el tesoro de las Escrituras a todos los que lo buscan”, dijo ella.

A la fecha han sido completados los libros de Lucas, dos epístolas, Jonás, Génesis y Ruth a la lengua moderna te reo māori, pero puede tomar hasta 12 años terminar una traducción bíblica completa.

Para los māori, esto significa que la Biblia será más accesible para los jóvenes hablantes de māori como segundo idioma.  Será la traducción que sirva a la siguiente generación, y eso, para Brenda, es lo que hará que valga la pena.

Por Sarah Richards
Lea más sobre la historia de la Biblia Māori en el sitio de Internet de la Sociedad Bíblica de Nueva Zelandia.

La Biblia Māori Read More »

Mensaje de cierre del Congreso de la Biblia, Ruben Del Ré.

LA BIBLIA, “PALABRA EXTERNA” E INALTERABLE

Lectura bíblica: Hebreos 4:12-13

Tal vez han leído esa famosa frase de Lutero, un buen alemán: “Y mientras yo dormía o bebía la cerveza de Wittenberg junto a mis amigos Philip y Amsdorf, la Palabra debilitaba al papado de forma tan grandiosa que ningún príncipe o emperador consiguió causarles tantas derrotas. Yo nada hice: la Palabra lo hizo todo.”

Uno de los grandes redescubrimientos de la Reforma – en especial de Martín Lutero – fue que la Palabra de Dios llega a nosotros en forma de Libro. En otras palabras, Lutero comprendió este hecho poderoso: Dios preserva su mensaje para el hombre de generación en generación por medio de un Libro, no por medio de un obispo en Roma o la experiencia, el sueño o la revelación de algún nuevo profeta.

Lutero llama a la Biblia la ‘Palabra externa’, para enfatizar que se trata de algo objetivo, fijo, que está fuera de nosotros y, por lo tanto, que no cambia. Lo importante no es tanto lo que Dios “me dice” sino lo que Dios “dice”. Ninguna jerarquía eclesiástica ni ningún profeta iluminado puede reemplazarla o amoldarla. Hay que tomarla o dejarla. Es un libro con letras que están fijadas, con palabras y oraciones.

Este es un elemento sumamente conservador, que debería hacernos pensar. La iglesia encuentra su mensaje en un Libro que fue fijado hace muchos años, y no cambia ni una coma. Y el desafío es transmitir esas verdades fijas, que no cambian, a todas las naciones y culturas, y en todos los tiempos.

Alguien podría argumentar: “Bueno, pero nuestro mensaje es Cristo, no un Libro”. Y eso es verdad. Pero es solamente cuando leemos, estudiamos, meditamos y predicamos este Libro, que podemos tener una visión clara de Jesucristo.

Como escribió John Stott hace varios años: “Hay una sola manera de obtener conceptos claros, verdaderos, elevados de Cristo, y es mediante la Biblia. La Biblia es el prisma que descompone la luz de Jesucristo en sus muchos y hermosos colores. La Biblia es el retrato de Jesucristo”.

Fueron pensamientos como estos los que nos llevaron a proponer tres énfasis principales para este congreso, o, mejor dicho, un solo énfasis en la secuencia lógica de tres proposiciones:

  • Reafirmar la centralidad de las Escrituras en la vida y la misión de la iglesia
  • Reafirmar la centralidad de Cristo en las Escrituras
  • Reafirmar la verdad de que “si Cristo es el centro de las Escrituras, cuando la Biblia está en el centro, Cristo está en el centro.”

Todo lo que hemos escuchado ha ido, de una u otra manera, en esta triple dirección. Por eso, al cerrar este encuentro, en el marco de los 500 años de la Reforma, queremos dejar algunas propuestas y desafíos hacia adelante. No pretenden ser propuestas institucionales y mucho menos personales, sino que surgen del diálogo con pastores, líderes, presidentes denominacionales, creyentes de años, jóvenes universitarios, etc., como así también de los trabajos de investigación que se han presentado:

 

  1. Apartar un tiempo en todos nuestros cultos para la lectura pública de las Escrituras.

Mientras llego, dedícate a leer en público las Escrituras, a animar a los hermanos y a instruirlos (1 Tim. 4:13 DHH).

El joven pastor Timoteo tenía que lidiar con muchos temas en la iglesia de Éfeso, insertada en un verdadero centro de idolatría y opresión espiritual. Sin lugar a dudas, tendría muchísimo trabajo para hacer hacia adentro de la iglesia también, ya que se había infiltrado la falsa enseñanza. Pero Pablo le hace un encargo muy preciso a Timoteo: Mientras llego, dedícate a leer en público las Escrituras, a animar a los hermanos y a instruirlos (1 Tim. 4:13).

Enfrentamos el desafío de reinstalar la lectura pública de las Escrituras en nuestros cultos y en todos nuestros encuentros. Tal vez sea necesario cantar una canción menos o repetirla menos veces, entendiendo que la lectura pública de la Biblia es un componente central de la adoración del pueblo de Dios.

Leer no es difícil: puede hacerlo hasta un niño de primer grado. Pero la lectura de las Escrituras en público debe ser mucho más que una simple lectura de corrido. La lectura pública de la Biblia es la transmisión pública de la voz de Dios, la misma voz que creó el mundo, la que “desgaja las encinas, y desnuda los bosques” (Sal. 29:9), la voz que calma la tempestad y la voz que levanta a los muertos.

¿Podemos asumir el compromiso de hacer de la lectura pública de las Escrituras, un momento imprescindible, intenso y solemne para niños, jóvenes y adultos en todos nuestros cultos?

 

  1. Promover la predicación expositiva de la Biblia: ¿qué dice el texto?

Biblia en altoEl apóstol escribe sus últimas líneas desde la cárcel, listo para ser sacrificado. “Te encarezco (solemnemente) delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra” (2 Tim. 4:1-2).

En estos días hemos tenido varios talleres y plenarias que nos explicaron mejor qué significa “predicar la palabra”. Los que predicamos necesitamos confiar más en el poder del Espíritu Santo y menos en nuestras propias capacidades. Proponemos regresar a la predicación expositiva de la Biblia, pero no tanto como método homilético (aunque es muy bueno), sino como la sencilla práctica de comenzar con la pregunta: “¿Qué dice el texto?”

“La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples” (Sal. 119:130).

A veces hemos creado un conflicto entre hacer énfasis en la Palabra o hacer énfasis en el Espíritu. Pero ese conflicto no debe existir porque son inseparables. “La Palabra de Dios es la espada del Espíritu”.

El gran R. A. Torrey, compañero de Moody, escribía hace más de 100 años: “La obra de Dios es llevada a cabo por la Palabra y por el Espíritu, o, mejor dicho, por el Espíritu por medio de la Palabra. El secreto de la vida efectiva es conocer el poder del Espíritu por medio de la Palabra. El secreto del servicio efectivo es usar la Palabra en el poder del Espíritu.”

 

  1. Fomentar la memorización bíblica.

El conocido autor Dallas Willard escribió: “Si yo tuviera que elegir entre todas las disciplinas de la vida espiritual, escogería a la memorización de la Biblia, porque es un camino fundamental para llenar nuestra mente con lo que ella necesita. ‘Este libro de la ley nunca se apartará de tu boca’. ¡Es aquí donde usted la necesita! ¿Cómo podrá ponerla en su boca? Por medio de la memorización”.

  • La memorización de las Escrituras ayudará a nuestros niños a ser transformados a imagen de Cristo. Es cuando miramos a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, que somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. El proceso de santificación es un proceso de contemplación del Señor. Y miramos a Cristo a través de la Palabra. La memorización de la Biblia nos permite mirar a Jesús más fijamente y verle de una manera más clara.
  • La memorización de las Escrituras ayudará a nuestros adolescentes a obtener victoria diaria sobre el pecado. “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra… En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Salmo 119:9 y 11).
  • La memorización de las Escrituras ayudará a nuestros jóvenes a obtener victoria sobre Satanás, imitando a su Señor, que venció al enemigo con el “Escrito está”. “Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno” (1 Jn. 2:14).
  • La memorización de la Biblia ayudará a los padres a ser personas a quienes Dios contesta las oraciones: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho” (Juan 15:7).
  • La memorización de las Escrituras nos dará poder para comunicar el evangelio, porque es “la ley de Jehová”, que es perfecta, la que “convierte el alma” (Sal. 19:7).
  • La memorización de las Escrituras permitirá a nuestros mayores, aún en su lecho de dolor, recordar que “Dios es nuestros amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Sal. 46:1).

 

  1. Ayudar a las nuevas generaciones a desarrollar una cosmovisión bíblica.

A no conformarse con meros slogans evangélicos, sino ayudarlos a enfrentar los desafíos de un mundo secularizado y de un sistema educativo que abrazó el naturalismo ateo.

Abraham Kuyper, teólogo y primer ministro de Holanda de principios del siglo XX, dijo esta conocida frase: “No hay un centímetro cuadrado en todo el dominio de nuestra existencia humana sobre el cual Cristo, como soberano sobre todo, no clame ‘¡mío!’”.

¿Podemos asumir el compromiso de ayudar a las nuevas generaciones a entender el mundo y el rol de ellos desde la poderosa Palabra de Dios? ¿Podremos ayudarles a construir puentes entre el sermón del domingo, la oficina del lunes y la universidad del martes? ¿Les daremos las herramientas para cerrar la brecha entre lo sagrado y lo secular?

¿Podremos acompañarles en el arduo proceso de ir más allá del uso devocional y eclesial de la Biblia para pensarla y vivirla en relación con las leyes, la bioética, la economía, la política, las artes, la educación y las problemáticas sociales, constituyéndose en la base de una nueva cultura alternativa?

 

  1. Revitalizar la enseñanza de toda la Escritura en nuestras iglesias.

En los últimos años ha habido un descenso notable en las actividades de enseñanza bíblica en muchas congregaciones. Programas como la “escuela bíblica dominical” han sido discontinuados, pero, lamentablemente en muchos casos, no reemplazados por nuevas propuestas de enseñanza bíblica. En lo que se refiere al programa para niños, a veces hemos puesto demasiado esfuerzo en el entretenimiento (que “no molesten durante el culto”), o en el simple conocimiento intelectual de historias. Otras veces hemos caído en aplicaciones moralizantes de las Escrituras, olvidando que el centro de la Biblia es Dios, no nosotros. La alimentación de los panes y los peces no habla acerca de compartir mi merienda, sino de la capacidad del santo Hijo de Dios de satisfacer todas las necesidades del hombre.

¿Podemos asumir el compromiso de desarrollar programas de enseñanza bíblica para todas las edades? ¿Podemos soñar con familias enteras yendo con gozo a la casa de Dios a aprender sus leyes y testimonios?

 

  1. Incentivar la lectura diaria de las Escrituras en el seno del hogar.

Los puritanos consideraban que el culto familiar era tan fundamental que excluían de comunión a un hombre si no conducía a su familia a la adoración. Ellos pensaban que el culto familiar era la columna vertebral de la sociedad.

Congreso de la Biblia 2017Esta bendita tradición no la hemos enseñado lo suficiente. Tal vez no ha sido la experiencia en nuestros propios hogares. Pero el Señor siempre nos da la oportunidad de comenzar.

Claro que uno podría decir: “Pero estamos en el siglo XXI, no en el XVII, el tiempo de los puritanos”. Es verdad. Los horarios y el ritmo de la vida actual atentan contra estas prácticas, pero podemos encontrar maneras de hacerlo. Y esto es particularmente importante para los nuevos creyentes. Debemos enseñarlo, debemos predicarlo. Podemos imaginar a una madre sola, de aquellas que tanto vemos en nuestras iglesias, luchándola con la vida y su pequeño hijo. ¿Podremos enseñarle a que, cuando llega de ganar el pan, antes de comer los fideos pueda abrir la Biblia y leérsela a su hijo? Surgirán preguntas del niño o del adolescente. Y ella podrá responder: “Mamá no sabe, hijo. Dios es más grande de lo que podemos abarcar. Pero vamos a pedirle al Espíritu Santo que nos enseñe. Y vamos a preguntarle al pastor el domingo.”

Si la Biblia preside la mesa familiar, la iglesia local lo va a notar. Se creará una atmósfera de adoración, de confesión, un clima de comunión, un nivel de conversación y de diálogo que revolucionará a las familias y será un testimonio para los que no conocen al Señor.

 

  1. Manifestar el poder de esa Palabra en la vida pública, sirviendo cada área de nuestras vidas, venciendo el pecado y amando al prójimo de manera práctica y sacrificial.

Hemos querido plantear estos desafíos concretos, en especial los primeros seis, que tienen que ver con el uso de las Escrituras y no tanto con la aplicación de sus enseñanzas. Son desafíos para la iglesia de Cristo en Argentina. Pero como Sociedad Bíblica Argentina, entidad sirviente de las iglesias de Argentina, queremos asumir el compromiso público de ayudar a las iglesias locales en cada uno de estos desafíos, a través de materiales, programas, conferencias, propuestas y eventos. ¡La Biblia en el centro, Cristo en el centro!

Cerramos con palabras del reformador, Martín Lutero: “El mundo arremeterá contra ella, pero en vano. Pues donde están las Escrituras, allí está Dios: ella es suya, es su señal, y si la aceptas, has aceptado a Dios. ¿Qué te parece ese vecino que se llama ‘Dios’? Con Él a tu lado, ¿qué te puede hacer la muerte o el mundo? Es verdad, las Escrituras son tinta, papel y letras. Pero allí hay Uno que dice que estas Escrituras son suyas, y ese Uno es Dios”.

Por eso también pudo escribir las estrofas que cantamos:

Y si demonios mil están prontos a devorarnos,
no temeremos porque Dios sabrá cómo ampararnos.
¡Que muestre su vigor Satán y su furor!
Dañarnos no podrá, pues condenado es ya
por la Palabra santa.

Esa Palabra del Señor, que el mundo no apetece,
por el Espíritu de Dios muy firme permanece.
Nos pueden despojar de bienes, nombre, hogar,
y el cuerpo destruir, mas siempre ha de existir
de Dios el reino eterno.

Mensaje de cierre del Congreso de la Biblia, Ruben Del Ré. Read More »

“Necesitamos volver al fundamento sólido”, Salvador Dellutri en el Congreso de la Biblia.

Video de apertura

Palabras de apertura

En el marco de las Concierto de Apertura del Congreso Internacional de la Biblia celebrado en la Sala Sinfónica del CCK, el Pastor y ex Presidente de la Sociedad Bíblica Argentina compartió un mensaje con un fuerte énfasis en la necesidad de retornar a la Biblia.

Es auspicioso que a 500 años de la Reforma en el Centro Cultural del Bicentenario se lleve a cabo un Congreso Internacional sobre la Biblia. La Reforma fue un largo proceso que tuvo, además de Lutero, varios actores que no debemos olvidar. Pero la gran protagonista fue la Biblia, la Palabra de Dios. 

¿Cuál es la importancia que tiene hoy la Biblia para que nos ocupemos de ella? La Biblia es el libro fundacional de la cultura occidental. Nuestra concepción del mundo, del hombre y de la historia tienen su origen en las enseñanzas de la Biblia. Nuestros principios éticos, nuestra fe religiosa y nuestra esperanza trascendente emanan de este libro, y es imposible concebir la cultura occidental sin tener en cuenta su influencia.

Tenemos que recordar esto hoy, cuando estamos experimentando profundas mutaciones en las que los cambios tecnológicos y económicos afectan profundamente la vida social y familiar, modifican  nuestras costumbres, alteran nuestro estilo de vida, abren nuevos interrogantes éticos e intentan modificar hasta nuestras concepciones religiosas. Estamos sufriendo mutaciones tan profundas que han entrado en crisis todos nuestros valores.

Durante la modernidad todo fue puesto en tela de juicio y sujeto al veredicto inapelable de la razón, a la que se consideró única fuente de autoridad para establecer principios y valores. Comenzó allí un proceso de secularización y desacralización que desechó la autoridad de Dios y colocó al hombre como medida de todas las cosas.

En los siglos XIX y XX, se cuestionó duramente la validez de la fe, se entronizó el pensamiento autónomo y florecieron las ideologías como religiones laicas a cuyos dogmas hay que adherir sin reservas ni cuestionamientos y como resultado convirtieron al siglo pasado en el más sangriento de la historia. Las cincuenta guerras del siglo veinte, incluyendo las dos guerras mundiales, dejaron un saldo de más de ciento sesenta millones de muertos. A esto hay que sumar los genocidios de Hitler, Stalin y Mao que sumaron casi cien millones de muertos más.

Esto fue el detonante que dio por tierra con el optimismo humanista y desencadenó un proceso nihilista, donde los valores supremos perdieron su valor y nos quedamos huérfanos de metas y respuestas.

El hombre entró en agonía, se consideró un ser intrascendente, confrontado permanentemente con la muerte, cuya existencia, según la definición de Sartre era “una pasión inútil”.

La  actual crisis de valores es consecuencia de haber sucumbido al espíritu del humanismo que descalificó a la Biblia, la rechazó como fundamento ético y prefirió lanzarse a la aventura de fabricar una ética situacional que ignorara los Diez Mandamientos dados por Moisés y las enseñanzas de Jesús en el Sermón de la Montaña, sin haberlos analizado ni comprendido.

Porque el humanismo que siempre criticó, y con razón, los fanatismos y fundamentalismos cristianos del pasado, ha generado fanatismos y fundamentalismos que perduran hasta el presente y envenenan a la sociedad.

¿Dónde está la Biblia en nuestro país? Fuera de los templos, aparece como un elemento decorativo para que alguien, que no la ha leído ni está dispuesto a practicar la ética judeo cristiana, la use poniendo la mano encima para jurar en vano fidelidad a Dios y a la Patria.

La Biblia no es un libro para ser leído. Es un libro para ser vivido. En sus páginas encontramos la respuesta espiritual a los problemas existenciales del ser humano. A la luz de la Biblia nació la cultura más dinámica que conocieron los siglos y se gestaron  obras maravillosas que enriquecen a toda la humanidad.

Miguel Ángel, Juan Sebastián Bach, Federico Haendel, Dante Alighieri, Pedro Pablo Rubens, Alberto Durero, Rembrandt, Marc Chagal, Fiodor Dostoyevski, por mencionar solo a algunos, se inspiraron para su actividad creadora en las páginas de la Biblia.

Salvador DellutriEn este Congreso venimos a levantar la Biblia, las Sagradas Escrituras, en un país particularmente bendecido por Dios que tuvo un pasado de grandeza, pero hoy está abrumado por los altos niveles de pobreza, miseria y corrupción. Lo hacemos en el momento histórico en que la confusión ética, que viene presidiendo la escena mundial desde hace largo tiempo, está mostrando sus resultados.

 

Porque no podemos engañarnos: las crisis sociales, políticas y económicas que hemos vivido y vivimos son el resultado de una profunda confusión moral y espiritual. Son consecuencia de ese extravío los funcionarios corruptos, los políticos demagogos, el periodismo mercenario, la decadencia de la educación, la degradación de los medios de comunicación y hasta el empobrecimiento del lenguaje.

Esa profunda confusión nos hizo perder solidez y nos hemos convertido en una sociedad permeable en la que penetran con facilidad todo tipo de ideas disparatadas, practicas morales destructivas o manifestaciones enfermizas de fe. Una sociedad peligrosamente abierta a todas las propuestas,  que no ofrece la más mínima resistencia, porque la confusión ética destruyó su capacidad de análisis y su sentido crítico.

Levantar la Biblia es apuntar directamente al corazón de la crisis. El origen de todos los problemas humanos se encuentra en el corazón del hombre, porque es allí de donde salen las calamidades.  Nuestro Señor Jesucristo señalaba: Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

La Palabra de Dios habla al corazón de cada hombre y su mensaje le muestra el camino del cambio y la purificación, para que pueda ser una influencia benéfica dentro de la comunidad.

Pero también la Palabra de Dios constituye el cimiento sólido sobre el cual edificar una sociedad sana. Sin un fundamento consistente la sociedad está sujeta a los caprichos y las modas, y vive en un vértigo de cambios permanentes que no llevan a ninguna parte. Cuando  la Palabra de Dios ejerce su influencia en el corazón de los individuos y la sociedad, caen todas las idolatrías.

Nuestro país necesita un cambio moral. No cometamos el error de los pueblos decadentes cayendo en el relativismo. La teoría de la relatividad que Einstein circunscribió a la física no la traslademos al campo moral.  Los que desechan los absolutos se entregan atados de pies y manos al pensamiento débil. Reemplazan la Verdad con mayúscula con un sinfín de “verdades” antagónicas.

La Verdad no puede fragmentarse, no pueden coexistir verdades contradictorias, es absurdo pensar que cada uno puede tener su verdad y resignar la búsqueda de la verdad absoluta.  No podemos ni debemos negarnos a la confrontación esclarecedora, que es el motor del pensamiento. Pero no podemos ignorar el principio elemental que dice que “si una cosa es verdad, lo contrario no lo es”.

Abramos las páginas del Libro Sagrado, y escuchemos nuevamente las palabras de nuestro Señor cuando respondiendo a los corazones confundidos, se presenta como el Absoluto de Dios, y dice: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Esta aceptación de Jesucristo como la Verdad de Dios, como la Verdad absoluta, es el camino que nos lleva a la verdadera libertad. Él mismo dijo: Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.

Nuestra sociedad tiene un concepto pobre y frívolo de la libertad. Ese don precioso, que nos diferencia de las demás criaturas de la naturaleza, se utiliza para la degradación y la bestialización del hombre.

Lo que debería ser aire respirable se transformó en una atmósfera enrarecida y contaminada que diluye los valores y ahoga las virtudes. Con todo desparpajo se exhibe al hombre esclavo de sus instintos y sometido a sus vicios como un ejemplo de libertad.

Necesitamos volver al fundamento sólido, a la libertad que eleva y dignifica al hombre, a la libertad que enriquece y es camino de realización.

Quiero terminar con una confesión de fe. No usaré mis palabras, sino las de un escritor argentino, Leopoldo Marechal, que al final de su escueta autobiografía dice: Yo confieso que solo estoy comprometido con el Evangelio de Jesucristo, cuya aplicación resolvería por otra parte, todos los problemas económicos y sociales, físico y metafísicos que hoy padecen los hombres.

Estoy seguro que muchos de los presentes comulgan con estas palabras y aspiran, como yo, que este Congreso de la Biblia sea para bien de nuestra Patria y para la Gloria de Dios.

Pastor Salvador Dellutri,
Ex Presidente Sociedad Bíblica Argentina

“Necesitamos volver al fundamento sólido”, Salvador Dellutri en el Congreso de la Biblia. Read More »