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La centralidad de la Biblia – Siete propuestas

LA BIBLIA, “PALABRA EXTERNA” E INALTERABLE

Lectura bíblica: Hebreos 4:12-13

Tal vez han leído esa famosa frase de Lutero, un buen alemán: “Y mientras yo dormía o bebía la cerveza de Wittenberg junto a mis amigos Philip y Amsdorf, la Palabra debilitaba al papado de forma tan grandiosa que ningún príncipe o emperador consiguió causarles tantas derrotas. Yo nada hice: la Palabra lo hizo todo.”

Uno de los grandes redescubrimientos de la Reforma – en especial de Martín Lutero – fue que la Palabra de Dios llega a nosotros en forma de Libro. En otras palabras, Lutero comprendió este hecho poderoso: Dios preserva su mensaje para el hombre de generación en generación por medio de un Libro, no por medio de un obispo en Roma o la experiencia, el sueño o la revelación de algún nuevo profeta.

Lutero llama a la Biblia la ‘Palabra externa’, para enfatizar que se trata de algo objetivo, fijo, que está fuera de nosotros y, por lo tanto, que no cambia. Lo importante no es tanto lo que Dios “me dice” sino lo que Dios “dice”. Ninguna jerarquía eclesiástica ni ningún profeta iluminado puede reemplazarla o amoldarla. Hay que tomarla o dejarla. Es un libro con letras que están fijadas, con palabras y oraciones.

Este es un elemento sumamente conservador, que debería hacernos pensar. La iglesia encuentra su mensaje en un Libro que fue fijado hace muchos años, y no cambia ni una coma. Y el desafío es transmitir esas verdades fijas, que no cambian, a todas las naciones y culturas, y en todos los tiempos.

Alguien podría argumentar: “Bueno, pero nuestro mensaje es Cristo, no un Libro”. Y eso es verdad. Pero es solamente cuando leemos, estudiamos, meditamos y predicamos este Libro, que podemos tener una visión clara de Jesucristo.

Como escribió John Stott hace varios años: “Hay una sola manera de obtener conceptos claros, verdaderos, elevados de Cristo, y es mediante la Biblia. La Biblia es el prisma que descompone la luz de Jesucristo en sus muchos y hermosos colores. La Biblia es el retrato de Jesucristo”.

Fueron pensamientos como estos los que nos llevaron a proponer tres énfasis principales para este congreso, o, mejor dicho, un solo énfasis en la secuencia lógica de tres proposiciones:

  • Reafirmar la centralidad de las Escrituras en la vida y la misión de la iglesia
  • Reafirmar la centralidad de Cristo en las Escrituras
  • Reafirmar la verdad de que “si Cristo es el centro de las Escrituras, cuando la Biblia está en el centro, Cristo está en el centro.”

Todo lo que hemos escuchado ha ido, de una u otra manera, en esta triple dirección. Por eso, al cerrar este encuentro, en el marco de los 500 años de la Reforma, queremos dejar algunas propuestas y desafíos hacia adelante. No pretenden ser propuestas institucionales y mucho menos personales, sino que surgen del diálogo con pastores, líderes, presidentes denominacionales, creyentes de años, jóvenes universitarios, etc., como así también de los trabajos de investigación que se han presentado:

 

  1. Apartar un tiempo en todos nuestros cultos para la lectura pública de las Escrituras.

Mientras llego, dedícate a leer en público las Escrituras, a animar a los hermanos y a instruirlos (1 Tim. 4:13 DHH).

El joven pastor Timoteo tenía que lidiar con muchos temas en la iglesia de Éfeso, insertada en un verdadero centro de idolatría y opresión espiritual. Sin lugar a dudas, tendría muchísimo trabajo para hacer hacia adentro de la iglesia también, ya que se había infiltrado la falsa enseñanza. Pero Pablo le hace un encargo muy preciso a Timoteo: Mientras llego, dedícate a leer en público las Escrituras, a animar a los hermanos y a instruirlos (1 Tim. 4:13).

Enfrentamos el desafío de reinstalar la lectura pública de las Escrituras en nuestros cultos y en todos nuestros encuentros. Tal vez sea necesario cantar una canción menos o repetirla menos veces, entendiendo que la lectura pública de la Biblia es un componente central de la adoración del pueblo de Dios.

Leer no es difícil: puede hacerlo hasta un niño de primer grado. Pero la lectura de las Escrituras en público debe ser mucho más que una simple lectura de corrido. La lectura pública de la Biblia es la transmisión pública de la voz de Dios, la misma voz que creó el mundo, la que “desgaja las encinas, y desnuda los bosques” (Sal. 29:9), la voz que calma la tempestad y la voz que levanta a los muertos.

¿Podemos asumir el compromiso de hacer de la lectura pública de las Escrituras, un momento imprescindible, intenso y solemne para niños, jóvenes y adultos en todos nuestros cultos?

 

  1. Promover la predicación expositiva de la Biblia: ¿qué dice el texto?

Biblia en altoEl apóstol escribe sus últimas líneas desde la cárcel, listo para ser sacrificado. “Te encarezco (solemnemente) delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra” (2 Tim. 4:1-2).

En estos días hemos tenido varios talleres y plenarias que nos explicaron mejor qué significa “predicar la palabra”. Los que predicamos necesitamos confiar más en el poder del Espíritu Santo y menos en nuestras propias capacidades. Proponemos regresar a la predicación expositiva de la Biblia, pero no tanto como método homilético (aunque es muy bueno), sino como la sencilla práctica de comenzar con la pregunta: “¿Qué dice el texto?”

“La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples” (Sal. 119:130).

A veces hemos creado un conflicto entre hacer énfasis en la Palabra o hacer énfasis en el Espíritu. Pero ese conflicto no debe existir porque son inseparables. “La Palabra de Dios es la espada del Espíritu”.

El gran R. A. Torrey, compañero de Moody, escribía hace más de 100 años: “La obra de Dios es llevada a cabo por la Palabra y por el Espíritu, o, mejor dicho, por el Espíritu por medio de la Palabra. El secreto de la vida efectiva es conocer el poder del Espíritu por medio de la Palabra. El secreto del servicio efectivo es usar la Palabra en el poder del Espíritu.”

 

  1. Fomentar la memorización bíblica.

El conocido autor Dallas Willard escribió: “Si yo tuviera que elegir entre todas las disciplinas de la vida espiritual, escogería a la memorización de la Biblia, porque es un camino fundamental para llenar nuestra mente con lo que ella necesita. ‘Este libro de la ley nunca se apartará de tu boca’. ¡Es aquí donde usted la necesita! ¿Cómo podrá ponerla en su boca? Por medio de la memorización”.

  • La memorización de las Escrituras ayudará a nuestros niños a ser transformados a imagen de Cristo. Es cuando miramos a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, que somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. El proceso de santificación es un proceso de contemplación del Señor. Y miramos a Cristo a través de la Palabra. La memorización de la Biblia nos permite mirar a Jesús más fijamente y verle de una manera más clara.
  • La memorización de las Escrituras ayudará a nuestros adolescentes a obtener victoria diaria sobre el pecado. “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra… En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Salmo 119:9 y 11).
  • La memorización de las Escrituras ayudará a nuestros jóvenes a obtener victoria sobre Satanás, imitando a su Señor, que venció al enemigo con el “Escrito está”. “Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno” (1 Jn. 2:14).
  • La memorización de la Biblia ayudará a los padres a ser personas a quienes Dios contesta las oraciones: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho” (Juan 15:7).
  • La memorización de las Escrituras nos dará poder para comunicar el evangelio, porque es “la ley de Jehová”, que es perfecta, la que “convierte el alma” (Sal. 19:7).
  • La memorización de las Escrituras permitirá a nuestros mayores, aún en su lecho de dolor, recordar que “Dios es nuestros amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Sal. 46:1).

 

  1. Ayudar a las nuevas generaciones a desarrollar una cosmovisión bíblica.

A no conformarse con meros slogans evangélicos, sino ayudarlos a enfrentar los desafíos de un mundo secularizado y de un sistema educativo que abrazó el naturalismo ateo.

Abraham Kuyper, teólogo y primer ministro de Holanda de principios del siglo XX, dijo esta conocida frase: “No hay un centímetro cuadrado en todo el dominio de nuestra existencia humana sobre el cual Cristo, como soberano sobre todo, no clame ‘¡mío!’”.

¿Podemos asumir el compromiso de ayudar a las nuevas generaciones a entender el mundo y el rol de ellos desde la poderosa Palabra de Dios? ¿Podremos ayudarles a construir puentes entre el sermón del domingo, la oficina del lunes y la universidad del martes? ¿Les daremos las herramientas para cerrar la brecha entre lo sagrado y lo secular?

¿Podremos acompañarles en el arduo proceso de ir más allá del uso devocional y eclesial de la Biblia para pensarla y vivirla en relación con las leyes, la bioética, la economía, la política, las artes, la educación y las problemáticas sociales, constituyéndose en la base de una nueva cultura alternativa?

 

  1. Revitalizar la enseñanza de toda la Escritura en nuestras iglesias.

En los últimos años ha habido un descenso notable en las actividades de enseñanza bíblica en muchas congregaciones. Programas como la “escuela bíblica dominical” han sido discontinuados, pero, lamentablemente en muchos casos, no reemplazados por nuevas propuestas de enseñanza bíblica. En lo que se refiere al programa para niños, a veces hemos puesto demasiado esfuerzo en el entretenimiento (que “no molesten durante el culto”), o en el simple conocimiento intelectual de historias. Otras veces hemos caído en aplicaciones moralizantes de las Escrituras, olvidando que el centro de la Biblia es Dios, no nosotros. La alimentación de los panes y los peces no habla acerca de compartir mi merienda, sino de la capacidad del santo Hijo de Dios de satisfacer todas las necesidades del hombre.

¿Podemos asumir el compromiso de desarrollar programas de enseñanza bíblica para todas las edades? ¿Podemos soñar con familias enteras yendo con gozo a la casa de Dios a aprender sus leyes y testimonios?

 

  1. Incentivar la lectura diaria de las Escrituras en el seno del hogar.

Los puritanos consideraban que el culto familiar era tan fundamental que excluían de comunión a un hombre si no conducía a su familia a la adoración. Ellos pensaban que el culto familiar era la columna vertebral de la sociedad.

Congreso de la Biblia 2017Esta bendita tradición no la hemos enseñado lo suficiente. Tal vez no ha sido la experiencia en nuestros propios hogares. Pero el Señor siempre nos da la oportunidad de comenzar.

Claro que uno podría decir: “Pero estamos en el siglo XXI, no en el XVII, el tiempo de los puritanos”. Es verdad. Los horarios y el ritmo de la vida actual atentan contra estas prácticas, pero podemos encontrar maneras de hacerlo. Y esto es particularmente importante para los nuevos creyentes. Debemos enseñarlo, debemos predicarlo. Podemos imaginar a una madre sola, de aquellas que tanto vemos en nuestras iglesias, luchándola con la vida y su pequeño hijo. ¿Podremos enseñarle a que, cuando llega de ganar el pan, antes de comer los fideos pueda abrir la Biblia y leérsela a su hijo? Surgirán preguntas del niño o del adolescente. Y ella podrá responder: “Mamá no sabe, hijo. Dios es más grande de lo que podemos abarcar. Pero vamos a pedirle al Espíritu Santo que nos enseñe. Y vamos a preguntarle al pastor el domingo.”

Si la Biblia preside la mesa familiar, la iglesia local lo va a notar. Se creará una atmósfera de adoración, de confesión, un clima de comunión, un nivel de conversación y de diálogo que revolucionará a las familias y será un testimonio para los que no conocen al Señor.

 

  1. Manifestar el poder de esa Palabra en la vida pública, sirviendo cada área de nuestras vidas, venciendo el pecado y amando al prójimo de manera práctica y sacrificial.

Hemos querido plantear estos desafíos concretos, en especial los primeros seis, que tienen que ver con el uso de las Escrituras y no tanto con la aplicación de sus enseñanzas. Son desafíos para la iglesia de Cristo en Argentina. Pero como Sociedad Bíblica Argentina, entidad sirviente de las iglesias de Argentina, queremos asumir el compromiso público de ayudar a las iglesias locales en cada uno de estos desafíos, a través de materiales, programas, conferencias, propuestas y eventos. ¡La Biblia en el centro, Cristo en el centro!

Cerramos con palabras del reformador, Martín Lutero: “El mundo arremeterá contra ella, pero en vano. Pues donde están las Escrituras, allí está Dios: ella es suya, es su señal, y si la aceptas, has aceptado a Dios. ¿Qué te parece ese vecino que se llama ‘Dios’? Con Él a tu lado, ¿qué te puede hacer la muerte o el mundo? Es verdad, las Escrituras son tinta, papel y letras. Pero allí hay Uno que dice que estas Escrituras son suyas, y ese Uno es Dios”.

Por eso también pudo escribir las estrofas que cantamos:

Y si demonios mil están prontos a devorarnos,
no temeremos porque Dios sabrá cómo ampararnos.
¡Que muestre su vigor Satán y su furor!
Dañarnos no podrá, pues condenado es ya
por la Palabra santa.

Esa Palabra del Señor, que el mundo no apetece,
por el Espíritu de Dios muy firme permanece.
Nos pueden despojar de bienes, nombre, hogar,
y el cuerpo destruir, mas siempre ha de existir
de Dios el reino eterno.

Iglesias – Recursos alrededor de la Biblia

Recursos alrededor de la Biblia para toda la iglesia

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RECURSOS PARA NIÑOS

Verdades bíblicas en tiempos de pandemias

Este recurso permite enseñar a los niños, a lo largo de siete días, verdades bíblicas para recordar en este tiempo complejo.

Guías para aprender con la Biblia App

Descargá guías de lectura, con preguntas y actividades, para que los padres reflexionen con los niños sobre el plan eterno de Dios.

Lecciones de la Biblia: Aislados, pero no tanto.

Este material presenta tres historias de la Biblia donde los personajes estuvieron aislados y muestra cómo Dios estuvo con ellos.

El arca de Noé para armar

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Juego y aprendo

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Historias bíblicas para pintar

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VIDEOS BÍBLICOS

Los cuatro Evangelios en la pantalla

Proyecto Lumo es la filmación cronológica de los evangelios. Una gran producción para disfrutar en familia.

Disfruta la Biblia de punta a punta

Biblie Project desarrolla videos animados que exploran temas y libros de la Biblia en español. Miralos en familia.

La Biblia en Lengua de Señas para niños

Disfrutá y compartí historias de la Biblia en Lengua de Señas Argentina (LSA).

CAPACITACIÓN

La Biblia en el centro. Talleres y conferencias

Una variedad de videos sobre la centralidad de las Escrituras en la vida y la misión de la iglesia y su vigencia para la sociedad.

La biblioteca de videos bíblicos más completa

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Curso online: Predicando la Palabra

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PARA LEER

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10 razones para estudiar la Biblia en sus idiomas originales

1. Porque amas a Dios.

La gente puede estar interesada en los lenguajes bíblicos y no amar a Dios. La gente puede amar a Dios y ser muy mala para aprender idiomas. La gente también puede amar a Dios y tener su tiempo tan repleto de cosas que Dios les está llamando a hacer, que no tienen tiempo para estudiar los lenguajes bíblicos. Pero no se puede amar a Dios y no estar interesado en lo que dice. Lo que necesitamos para vivir es “toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mt. 4:4). Amar a Dios ciertamente implica estar obsesionado por los detalles de lo que Él realmente dice; en otras palabras, es una obsesión que no puede separarse de los idiomas originales.

2. Porque dará un buen ejemplo.

La mayoría de las personas en el rebaño no son llamadas a ser lingüistas, pero sí a atesorar la palabra de Dios en sus corazones, y como tú, a tener esa obsesión como la vista en Mateo 4:4. Cuando ven que te tomas tu estudio bíblico con la suficiente seriedad como para utilizar los lenguajes bíblicos, también se motivarán a estudiar. Algunos puede que incluso estudien la Biblia en sus lenguajes originales.

 

3. Porque te sorprenderá la profundidad de las Escrituras.

 

Al estudiar la Biblia en español ya quedas asombrado por la profundidad de su enseñanza y de sus pensamientos interconectados. No obstante, las Escrituras son aun más profundas de lo que imaginas, y ni en muchas vidas podrías agotarlas. A medida que creces en tu apreciación de la profundidad de las Escrituras, tu rebaño también crecerá en ese aprecio.

4. Porque nunca ha sido tan fácil.

Para la mayoría de las personas de la Iglesia, en la mayoría de su historia, aprender lenguajes bíblicos ha sido algo imposible económica, social, o políticamente. Incluso para aquellos que consiguieron aprenderlos, a menudo suponía un arduo camino. Hoy día existen programas y aplicaciones que ofrecen guías al pastor a través de todas las tareas principales que involucra usar estos lenguajes. No es necesario ser un experto lingüista para utilizar una de esas aplicaciones. A muchos en la historia, y a otros muchos que viven hoy día en países en desarrollo, les encantaría tener las oportunidades para estudiar los lenguajes bíblicos que tienen aquellos que viven en países desarrollados. Si vives en un lugar en el que existen tales herramientas, ¿por qué no utilizarlas?

5. Porque aumentará tu confianza en la predicación.

Al ir directo a los originales se elimina la dependencia de las traducciones, y te encuentras de forma inmediata con la fraseología que Dios utilizó. Regresarás de este encuentro con la seguridad de que nuestras traducciones son generalmente buenas, y que por tanto lo que estás enseñando no son tus propias ideas, ni los errores del traductor, sino el entendimiento correcto de las palabras que Dios dio. Esto te permite tener mucha más confianza en las Escrituras, más de la que tendrías si estás constantemente preocupado por si la traducción es incorrecta, o por si has malentendido el pasaje.

6. Porque te ayudará a ver mejor los detalles.

Nuestras traducciones son como una buena pantalla de televisión en la que puedes ver programas asombrosos y seguir bien sus detalles. Pero los idiomas originales son como una pantalla de aun mayor definición, en la que todo se enfoca con mayor nitidez. Ver la gramática y el vocabulario es como ver un mayor número de pixeles en una imagen. Si te dieran a elegir, ¿qué tipo de pantalla escogerías?

7. Porque te permitirá rastrear temas y conexiones a través de las Escrituras.

Con frecuencia las Escrituras contienen temas dentro del mismo o varios libros que se basan en palabras individuales. Los proverbios y salmos adyacentes a menudo se conectan por palabras clave. De hecho, los textos bíblicos se entrelazan mediante esas palabras y frases mucho más que los textos modernos. Si trabajas con una traducción, perderás muchas conexiones, y cuando encuentres conexiones verbales no podrás estar completamente seguro de que no han sido producidas por la misma traducción.

8. Porque te permitirá contrarrestar ideas falsas.

Como pastor, con frecuencia te encontrarás con personas que han hallado información e ideas falsas, algunas de las cuales involucran apelaciones cuestionables a los idiomas originales, o insinuaciones de encubrimiento y conspiración. Estudiar la Biblia en sus lenguajes originales te capacita para anular esas ideas con mayor rapidez.

9. Porque ayuda en la preparación de sermones.

Los comentarios bíblicos a menudo están llenos de explicaciones de lo que es obvio para cualquiera que lea en los idiomas originales. Si lees el original, puedes saltarte ese tipo de comentarios y centrarte en niveles más profundos de comentario y discusión. Al estudiar en los lenguajes originales puedes leer menos comentarios y aun así recibir más enseñanza. Además, puedes acceder a muchos de los mejores comentarios técnicos, que serían difíciles de utilizar sin conocimiento de los lenguajes bíblicos. En ocasiones, las mejores gemas están escondidas en dichos comentarios.

10. Porque no sabes lo que no sabes

Si no estás leyendo las Escrituras en sus idiomas originales, puedes estar perdiéndote cosas que ni siquiera sabes que te estás perdiendo. ¿Sabías que existe una base bíblica para utilizar la aliteración en los sermones? No obtendrás eso de las traducciones en español. Sin embargo, Jesús comenzó el sujeto de las primeras cuatro bienaventuranzas con la misma letra en Mateo 5:3-6. De hecho, existen literalmente miles de cosas que están claras en el original, y que alguien que lee una traducción no verá.

“Puede que sean pocos, pero también son cristianos”. La traducción bíblica a idiomas en peligro de extinción.

Subtitulado en español  disponible haciendo click en CC. Audio original en inglés.

El pájaro kagú o cagou es un ave que casi no vuela y que sólo se puede encontrar en la isla de Grande Terre, Nueva Caledonia, un territorio administrado por Francia en el Pacífico Sur. Del tamaño de un gallo y con un pico distintivo y plumas grises o blancas, el kagú es una especie en peligro de extinción que ahora goza de protección especial. Al igual que el pájaro kagú, muchas de las 30 lenguas habladas por las 285.000 personas de Nueva Caledonia están en peligro de extinción.

El francés es la lengua franca, pero las comunidades dispersas a través de esta nación de islas hablan una variedad de idiomas indígenas. Un par de ellos ya han perdido a sus últimos hablantes y dos docenas más se han reducido a sólo unos pocos miles, o incluso a unos pocos cientos, de hablantes. Gracias al ministerio de traducción de la Biblia, algunos de estos idiomas tienen una oportunidad de sobrevivir.

“En mi país hay alrededor de 30 idiomas, y muchos de ellos están en peligro de desaparecer”, dice el Rvdo. Philippe Capoa, coordinador del proyecto de traducción del Antiguo Testamento en ajië. “Algunas de ellas son lenguas habladas por minorías pequeñas. Sin embargo, seguimos traduciendo la Biblia para ellos. Pueden ser pequeñas en número, pero también son cristianos”.

Comenzaba a responder al Evangelio

El cristianismo llegó por primera vez a Nueva Caledonia en la década de 1840, cuando los misioneros llegaron a las tres islas de la Lealtad. A medida que la gente comenzaba a responder al Evangelio, los misioneros se concentraron en traducir la Biblia a los tres idiomas que allí se hablaban -drehu, iaai y nengone- publicándolas en 1890, 1901 y 1903, respectivamente.

Hoy, aunque la gran mayoría de la gente de Nueva Caledonia es cristiana, y lo han sido por más de 150 años, estos idiomas de las islas de la Lealtad, hablados por más de 26 000 personas, siguen siendo los únicos tres idiomas indígenas con la Biblia completa. Necesitan una revisión, y la Sociedad Bíblica en el Pacífico Sur está trabajando para digitalizar el texto. Esto hará que la traducción actual esté disponible digitalmente para las personas que hablan esos idiomas y también permitirá que el trabajo de revisión comience.

Cristianos por generaciones

Ninguna de las veinticuatro lenguas habladas en la isla principal de Grande Terre tiene la Biblia completa, incluyendo el ajië, el idioma indígena más hablado en Grande Terre. Se utiliza en iglesias de toda la isla, en sermones, oraciones e himnos, todos llevados a cabo en ajië. Sin embargo, los hablantes de ajië, que han sido cristianos por generaciones, todavía no tienen la Biblia completa en su idioma.

El Nuevo Testamento en ajië fue publicado en 1922, seguido de los Salmos en la década de 1960. En 2014, la Sociedad Bíblica publicó una revisión del Nuevo Testamento en Ajië con una nueva ortografía. Esta revisión fue acogida calurosamente por los cristianos de toda la isla quienes están emocionados por el trabajo en curso para traducir el Antiguo Testamento, que se espera termine en 2025.

La Sociedad Bíblica también está traduciendo el Nuevo Testamento al bwatoo y nelemwa por primera vez.

Informe de traducciones SBU

El año pasado, en medio de los desafíos y la interrupción causados por COVID-19, las Sociedades Bíblicas en todo el mundo finalizaron traducciones bíblicas en 66 idiomas utilizados por 707 millones de personas. Seis grupos de idiomas recibieron las Biblia completa por primera vez: cinco en África y el otro en los Estados Unidos, donde la comunidad sorda celebró la finalización de la Biblia en la Lengua de Señas Estadounidense.

 

A principios de 2021, la Biblia completa está disponible en 704 idiomas utilizados por 5 700 millones de personas. Más del 70 por ciento de estas traducciones de la Biblia completa han sido proporcionadas por Sociedades Bíblicas Unidas.

“Al mirar hacia atrás a más de dos siglos de trabajo de la Sociedad Bíblica y a 75 años de trabajo juntos como Sociedades Bíblicas Unidas, damos gracias a Dios por bendecir nuestra misión común de hacer que la Biblia esté disponible para todos”, dice el Director de SBU, Michael Perreau. “Cada traducción completa de las Escrituras hace posible que más personas accedan a la esperanza y la paz en la Palabra de Dios, que es especialmente necesaria en este momento de agitación mundial”.

Orlando Sánchez 1941 – 2020

“Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”. Daniel 12.3
¿Con qué palabras despedir a este gran maestro?

Orlando fue un hombre multifacético e intercultural, pero con los pies sobre su tierra, con una visión global, aunque siempre partiendo desde su gente y junto a su pueblo.

Las distinciones que cosechó a lo largo de su vida aquel que cuando niño no pudo completar la escuela primaria a tiempo por tener que trabajar, son sólo una pequeña muestra y un detalle en su larga carrera: “Homenaje a la trayectoria” y “Docente bilingüe” otorgados por la Cámara de Diputados de la Provincia de Chaco; “Maestro ilustre”, por la Presidencia de la Nación; “Primer Maestro Indígena”, por la Municipalidad de Presidencia Roque Sáenz Peña; “Primer maestro ilustre indígena de la provincia de Chaco”, “Doctor Honoris Causa por la Universidad del Centro Latinoamericano UCEL“. “Nombramiento como Socio Honorario de la Sociedad Bíblica Argentina” por su colaboración como traductor de la Biblia al Toba Qom; “Certificado de Honor” como cofundador de la Iglesia Evangélica Unida que nuclea a indígenas tobas, mocovíes, wichis y criollos.

Fue un incansable predicador, un maestro de la Palabra y un excelente narrador de historias. Con su memoria prodigiosa recordaba con increíble exactitud fechas y vivencias. Gran conversador y de muy buen humor. Era tan agradable verlo reír de sus propias ocurrencias… Desde muy joven colaboró con el trabajo de registración de palabras en su idioma, acompañando a los hermanos de la Misión Menonita y con éstas logró armar la primera Gran Gramática Toba, con más de 7000 vocablos. 

Participó activamente en los trabajos de la traducción de la Biblia al idioma Qom, y colaboró con la traducción del NT a la lengua de los Mocoví, Pilagá, Abipón, todos estos subgrupos lingüísticos de pueblos originarios del Gran Chaco.

Al recordar aquellos primeros tiempos decía:  

—“Me costó comprender que también es trabajo sentarse a escribir mientras toda la familia debía salir al campo a recoger algodón. Al principio alternaba cosecha y escritura…me pagaban lo mismo…, pero seguía viajando al campo porque en aquel tiempo no lo comprendía”.

A mediados de este año 2020, dejando registro de algunas semblanzas de su propio peregrinar, Orlando escribió: «Trabajar no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, son los móviles de mis conciencias».

El plural de conciencias hacía referencia a tantas tomas de decisiones que debió hacer a lo largo de su vida, y gracias a estas, los pueblos del Chaco pueden leer la Biblia en su propio idioma.

Que nuestro abrazo sentido y sincero llegue a la familia, a la Iglesia Evangélica Unida y a todo el pueblo toba; que nuestra oración agradecida a Dios por la vida de Orlando sea escuchada por muchos, y que La’ aqtaqa Ñim lo’onatac’ Enauacna (Santa Biblia) anime a hombres y mujeres a continuar anunciando el mensaje del evangelio.

Por Sociedad Bíblica Argentina
Ernesto Lerch

 

 

Reforma Protestante: Castillo fuerte es nuestro Dios

El 31 de octubre del 2021 celebramos 504 años de la Reforma protestante, cinco siglos que registran la historia de un movimiento que ha afectado la iglesia y que no podemos negar ni desmerecer. El agente principal de la Reforma fue el profesor de teología Martín Lutero (1483-1546), un monje agustino que vivió en la ciudad de Wittenberg, Alemania. Allí recibió su doctorado en Teología en 1512, y empezó a enseñar la Biblia como profesor, cargo que mantuvo hasta el día de su muerte. Su erudición lo hizo plenamente consciente de la santidad de Dios, en contraposición con el tormento de su propio estado pecaminoso, y lo dirigió a la búsqueda de la reconciliación con Dios a través de sus esfuerzos personales, de acuerdo con las enseñanzas y prácticas de la iglesia de su tiempo. La búsqueda infructuosa culminó con la perspicacia y la iluminación de su mente y de su espíritu, con la convicción corroborada por las Escrituras vivientes e impactantes: el creyente es justificado por la fe, no por medio de sus méritos personales.

El escrutinio de las Escrituras lo llevó a expandir su entendimiento y a postular noventa y cinco tesis, que expresaron su asesoramiento de las aberraciones y criticaban ciertas prácticas de la Iglesia católica. El 31 de octubre de 1517, en vísperas del Día de Todos los Santos, Lutero clavó las tesis en la puerta de la Iglesia del Castillo, en Wittenberg. Este hecho no fue un acto de provocación o desafío, como muchos han pensado, sino un llamado a la reflexión y a la discusión crítica del entorno eclesiástico y espiritual vigente. La Iglesia del Castillo se encontraba en la calle principal de la ciudad, y su gran puerta era considerada como un foro público de comunicación, el lugar lógico para colocar noticias importantes. Las tesis fueron escritas en latín, la lengua de la iglesia y de los estudiosos de las Escrituras. Sin embargo, el hecho generó una intensa controversia entre Lutero y el clero aliado al Papa, en cuestiones de doctrinas y prácticas.

La Reforma del siglo XVI tuvo sus precursores, quienes trataron de recobrar el cauce original de la iglesia fundada por Jesucristo y sobre él. San Francisco de Asís (1181-1216), un monje italiano, denunció la lujuria, la vanagloria y el ejercicio del poder despótico, presentes en la vida y en la práctica eclesiástica; además, abogó por la vida sencilla, abnegada y dedicada a Dios. El inglés Juan Wycliffe (1330-1384) redactó algunos ensayos en los que denunció las acciones corruptas de la iglesia y defendió la doctrina de la salvación por medio de la fe. Por su parte, Jan Huss (1370-1415), un sacerdote checoslovaco, tradujo el texto bíblico a otras lenguas y denunció el comportamiento de los clérigos católicos. De alguna manera, Lutero fue impresionado por tales caracteres, entre otros, al considerar el énfasis teológico reformador y sus consecuencias prácticas.

En el inicio del siglo XVI, la Iglesia católica pasaba por un período tenso. La Reforma tomó lugar en un ambiente económico conflictivo. Por un lado, la iglesia central de Roma combatía y denunciaba la usura (el préstamo de dinero a cambio de grandes intereses), defendiendo el principio del precio justo (una teoría incompatible con el sistema económico de la época). Pero, por otro lado, ella era poseedora de grandes extensiones de tierra y recibía tributos feudales que eran controlados por el papado. Moral y éticamente, la Iglesia católica experimentó un período de decadencia. Las cuestiones políticas y económicas llegaron a ser más preponderantes que las religiosas. Para aumentar su caudal monetario, recurrió a prácticas cuestionables tales como la venta de los cargos eclesiásticos, la venta de reliquias y, especialmente, la venta de indulgencias (el perdón de los pecados y la disminución del período de confinamiento en el purgatorio a cambio de cierto precio). El papa Leo X sancionó la práctica de las indulgencias, autorizando las reducciones del castigo por los pecados a las personas que diesen dinero para la construcción de la Basílica de San Pedro, en Roma. Según Lutero, era ofensiva, escandalosa y denigrante la forma en que se vendían y se promocionaban las indulgencias. El encargado principal de la venta de indulgencias, Juan Trotzel, proclamaba: «Tan pronto como caiga la moneda en la cajuela, el alma del difunto al cielo vuela”. Esto exasperó a Lutero: fue la causa principal que desencadenó su crítica a la iglesia y dio lugar al inicio de la Reforma protestante en Alemania.

Lo que había comenzado como una simple protesta por parte de Martín Lutero culminó siendo un movimiento transformador de la iglesia y de toda la sociedad. En síntesis, la Reforma protestante puso las cosas en su lugar. Por una parte, condenó la venta de indulgencias y de las reliquias; confrontó con las ostentaciones de la iglesia y del clero; cuestionó la adoración de los santos; lideró la eliminación de algunos sacramentos, excepto la Cena del Señor (eucaristía) y el bautismo; provocó la extinción del clero regular (las órdenes religiosas exclusivistas) y de las tradiciones y rituales en los cultos religiosos; sacó las imágenes idólatras de las iglesias; abogó por el fin del celibato (la prohibición del matrimonio de sacerdotes). Por otra parte, la Reforma inició un cambio teológico positivo dentro de la iglesia, resumido en cinco postulados esenciales que se conoce como «Las cinco solas de la Reforma».

  1. Sola Scriptura: La Palabra de Dios es la máxima autoridad en materia de fe y práctica cristiana. La verdad se encuentra solamente en la Biblia. El gran aporte de la Reforma fue fomentar el acercamiento de los miembros de la iglesia a la Palabra de Dios, revelada en la Biblia, su lectura en el idioma popular y el seguimiento de sus enseñanzas como el fundamento de la vida que agrada a Dios (Gálatas 1.6-10; 2 Timoteo 3.16; 2 Pedro 1.3).
  2. Sola fide: La salvación (redención) solo puede ser efectuada cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo, quien murió por nosotros, excluyendo la posibilidad de que nuestras obras puedan contribuir para nuestra justificación ante Dios (Efesios 2.8-9; Romanos 3.28).
  3. Sola gratia: La gracia de Dios –unilateral, incondicional, proactiva– es un don de Dios, y el medio por el cual el creyente pecador recibe de forma inmerecida la salvación. Esta se basa sobre los méritos de Cristo, alcanzados en su vida, su muerte y su resurrección (Efesios 2.8).
  4. Solus Christus: Solo Cristo salva. No hay otro nombre, ni otro medio. Queda excluído, así, todo otro camino para llegar a Dios (Hechos 4.12).
  5. Soli Deo gloria: El propósito de la salvación recibida y de la existencia redimida es glorificar a Dios, poner de manifiesto las excelencias o virtudes de su carácter y gozar de la eternidad en su presencia (Efesios 1.4-6; 1 Pedro 2.9).

Tal vez, teniendo en cuenta el día de la Reforma, podemos agregar un sexto postulado, que se aplica a nuestro contexto latinoamericano: Solus Spiritus Sanctus. Actualmente, el vicario de Cristo es el Espíritu Santo (Juan 14.16-17). Él inspiró a los profetas (2 Pedro 1.21); convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio (Juan 16.7-15); mora en la iglesia (Efesios 2.20-22) y en cada creyente (1 Corintios 3.16; 6.19), proveyéndole la renovación de su espíritu, la transformación de su carácter, la guía de su conducta y la investidura de poder para efectuar el servicio a Dios, a la iglesia y al mundo (Hechos 1.8).

Cabe aclarar que el término «protestante» deriva del latín protestari, ‘declaración pública’ o ‘protesta’. Está asociado a las tesis enunciadas en una carta de protesta de príncipes alemanes luteranos en contra de la decisión de la Dieta de Espira (1529). En ella se reafirmaba el edicto de la Dieta de Worms (1521), que excomulgó a Martín Lutero por hereje y rechazó las noventa y cinco tesis.

En un espíritu de gratitud y respeto a la tradición protestante, enfatizamos el sentido de oración que animó a Lutero. Él dijo:

            «Señor Dios, Tú me has puesto en tarea de dirigir y pastorear la iglesia. Tú ves cuán inepto soy para cumplir tan grande y difícil misión, y si yo lo hubiese intentado sin contar contigo, desde luego lo habría echado todo a perder. Por eso, clamo a ti. Gustoso quisiera ofrecer mi boca y disponer mi corazón para este menester. Deseo enseñar al pueblo, pero también quiero, por mi parte, aprender yo mismo continuamente y manejar tu Palabra, habiéndola meditado con diligencia. Como instrumento tuyo, utilízame. Amado Señor, no me abandones en modo alguno, pues donde yo estuviera solo, fácilmente lo echaría todo a perder. Amén».

Bien podemos captar, meditar y atesorar el sentido de adoración y alabanza, expresados en sus dotes poéticas. En nuestro entorno actual, hemos abandonado los himnos tradicionales en favor de expresiones populares posmodernas de alabanza. Renovemos, por tanto, nuestras mentes. Demos lugar al sentido lírico, a la intención significativa del himno compuesto por Lutero: Castillo fuerte es nuestro Dios, que se ha cantado en este día por generaciones de cristianos en el mundo entero:

Castillo fuerte es nuestro Dios,
defensa y buen escudo.
Con su poder nos librará
en este trance agudo.
Con furia y con afán,
acósanos Satán.
Por armas deja ver
astucia y gran poder,
cual él no hay en la tierra.

Luchar aquí sin el Señor,
cuán vano hubiera sido.
Mas por nosotros pugnará
de Dios el escogido.
¿Sabéis quién es Jesús,
el que venció en la cruz?:
Señor de Sabaoth,
omnipotente Dios.
Él triunfa en la batalla.

Por Pablo Polischuk, PhD
Senior Professor of Psychology and Pastoral Counseling

De la Biblia a la vida: la familia.

Vivimos tiempos difíciles, cambiantes, casi perturbadores. Necesitamos desesperadamente vínculos cálidos, profundos, satisfactorios, pero no siempre sabemos cómo lograrlos. Nuestras vidas se caracterizan por una gran cantidad de contactos y una gran pobreza en las relaciones. Ni siquiera los ámbitos que pensábamos más seguros, como la familia, escapan a las dificultades del momento actual.

Hay una conexión compleja entre los procesos emocionales de una familia y su es-piritualidad.  Esos procesos tienen el poder de afectar la relación con el Señor. Un clima emocional saludable dentro de la familia contribuye a preparar el camino para experiencias espirituales más profundas. Por el contrario, vivir en una familia que daña a sus miembros, aleja las posibilidades de confiar y se instala la vergüenza y el dolor. Así es difícil creer que Dios es tierno y bondadoso. 

Muchas veces sentimos pesadumbre porque sabemos que no somos las personas ni las familias ideales que nos gustaría ser. Sin embargo, el Señor eligió a familias de carne y hueso para mostrar su ternura y amor. Necesitamos ser lo suficientemente vulnerables como para encarar y aceptar honestamente nuestra propia necesidad de sanidad, nuestras luchas, nuestros dolores, nuestros pecados, prejuicios, auto-ritarismos, nuestros obstáculos para cambiar. Y sobre todo, nuestra necesidad de Dios en nuestras vidas, familias y relaciones. Así podremos recibir la bendición de Dios y a la vez ser canales de bendición para los demás. El grito de Juan el Bautista resuena en nuestros oídos: “Prepárenle el camino al Señor. ¡Ábranle paso! ¡Que no encuentre estorbos!” (Mt 3.3). 
La Biblia, como Palabra de Dios, es nuestra guía en este proceso de quitar los obs- táculos y cambiar el clima familiar. En ella descubrimos a Jesucristo, quien nos mostró el carácter tierno y amoroso de Dios. Jesucristo, al ser totalmente Dios y totalmente humano, entiende nuestras dificultades, por su Espíritu anima nuestra esperanza, nos brinda vida plena, fuerzas y ganas de vivir. Su vida, sus palabras y sus acciones son el ejemplo supremo para relacionarnos con los demás. 

En este mundo deshumanizado, lleno de violencia, inseguridad, relaciones de poder e injusticias, esa pequeña comunidad que es la familia puede ser un espacio para que el reino de Dios palpite, se respire y se viva cotidianamente. Un lugar en el que se produzcan el cambio y la transformación. En el que se prepare el camino a las siguientes generaciones, para la fe y la esperanza que traen el seguir a Jesucristo.


Mg. Estela Somoza
Magister en Ciencias de la Familia. 
Fundadora y miembro de la comisión directiva de FORTALECER.

Descubrí versículos bíblicos sobre la familia.

Cómo acercarse a la Biblia

¿Alguna vez has decidido leer la Biblia? ¿Cómo te fue? Tal vez te diste cuenta que no es como leer cualquier otro libro; no es fácil leer la Biblia de principio a fin. Quizás ha sido tu experiencia  tomar la Biblia en mano e iniciar con la primera página de Génesis. Avanzas por el libro y sorprendentemente, se lee como una novela interesantísima: con tentación, intriga, fratricidio, misterio, peleas, rivalidades, poligamia, violación, masacres, destrucción de ciudades, un pilar de sal, y encima de todo, la fidelidad de Dios.

Al terminar los 50 capítulos de Génesis, te felicitas y tienes la determinación de continuar. Éxodo, también sigue igual, lleno de relatos como la historia de la niñez de Moisés, las diez plagas, el éxodo de los israelitas de Egipto, cruzando el Mar Rojo, y los diez Mandamientos. Y si no fuera suficiente, hay guerras, el agua que sale de la roca y el becerro de oro. Estás por terminar Éxodo y encuentras una sección en cuanto a la construcción del tabernáculo. No importa, pasas a Levítico y de pronto todo se paraliza cuando encuentras página tras página de leyes que ni puedes entender. Después Números habla de censos, y siendo fiel al nombre del libro, se da una cantidad de números, que ya dejas el experimento sobre la mesita de cama.

No te gusta darte por vencido, pero ¡ya no puedes más! Entonces, ¿cómo puedes acercarte a la Biblia? Es importante entender que la Biblia no es un solo libro que debes leer de principio a fin. Es cierto que el primer libro, Génesis trata el origen de todo, y que Apocalipsis, el último libro, habla de las cosas finales. Sin embargo, la Biblia es un conjunto de muchos libros separados en dos partes: el Antiguo Testamento, que también es la Sagrada Escritura de los judíos, y el Nuevo Testamento, que trata la vida de Jesús (Juan 21:25), el inicio de la iglesia (Hechos 1:1–5) y las cartas escritas a los primeros creyentes como parte de las instrucciones de los apóstoles para las iglesias esparcidas por todo el imperio romano (2 Tesalonicenses 2:15).

Así que, la Biblia tiene muchos libros escritos por una buena cantidad de autores, pero todos bajo la inspiración del Espíritu Santo (1 Pedro 1:10-12). Entonces podemos decir con certeza que la Biblia es la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16-17). Es importante entender la unidad de la Biblia, porque todo señala a Jesucristo, Dios hecho hombre, la fuente de nuestra salvación. Puedes comenzar a leer un Evangelio, o una carta de Pablo, o un libro del Antiguo Testamento y puedes experimentar el poder de Dios por medio de su Palabra.

¿Qué dice la Biblia de sí misma? Por toda las Sagradas Escrituras los autores nos hablan de cómo la Biblia se relaciona con nosotros. He aquí unos ejemplos:

«La enseñanza del Señor es perfecta,
porque da nueva vida.
El mandato del Señor es fiel,
porque hace sabio al hombre sencillo.
¡Son más dulces que la miel del panal!
Son también advertencias a este siervo tuyo,
y le es provechoso obedecerlos» (Salmo 19:7,10b–11).
«Ustedes estudian las Escrituras con mucho cuidado, porque esperan encontrar en ellas la vida eterna; sin embargo, aunque las Escrituras dan testimonio de mí, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida» (Juan 5:39–40).
«Porque la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más cortante que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta lo más íntimo de la persona; y somete a juicio los pensamientos y las intenciones del corazón» (Hebreos 4:12).
« “…pero la palabra del Señor permanece para siempre.” Y esta palabra es el evangelio que se les ha anunciado a ustedes» (1 Pedro 1:25).

En los meses que vienen espero poder explorar más de cómo podemos acercarnos a la Biblia. Por ahora, comenzaremos con los siguientes tres pasos:

  1. Escoge un tiempo regular para leer la Biblia. Puede ser de 5 a 10 minutos para comenzar, después de levantarte, durante el descanso que tienes al mediodía, o aun antes de acostarte. La clave es hacerlo consistentemente.
  2. Comienza con uno de los Evangelios. Te recomiendo el Evangelio de San Marcos, que es el más corto; o el Evangelio de San Juan, que habla de Jesús, el Hijo de Dios.
  3. Lee por lo menos unos versículos y a lo máximo un capítulo. Antes de leer eleva una corta oración. Puede ser la siguiente: «Espíritu Santo, ilumina mi entendimiento, para que al leer la Biblia, sienta la presencia de Dios Padre que se manifiesta a través de tu Palabra. Amén».

Comienza hoy. ¡Te deseo mucha bendición y mucho éxito!

Autor: Gary Wiley, 26 de septiembre 2017.
Fuente: Blog de la Biblia – blog.bible

¿Atrapado en cuarentena? Hay consuelo en la Biblia

Puedes estar sentado en una habitación pequeña y escasamente amueblada, mirando un retrato individual, esperando saber cuándo puedes volver al trabajo. Tal vez seas quien se muerde las uñas fuera del hospital, anhelando una palabra de esperanza de que tu ser querido se recupere después de contraer el virus. Tal vez seas el pasajero en espera que necesita desesperadamente subir a ese vuelo para despedirte de un ser querido cuyo tiempo es corto. Tal vez tu «cuarentena» implica esperar a que cambien tus circunstancias; esperando una llamada telefónica que trae alivio; esperando para reunirte con alguien.

Todos hemos tenido que esperar. ¡Pero ahora parece más largo y menos soportable!

La mayoría de las veces, no tenemos otra opción en el asunto. Esperar puede hacernos sentir cansados y desesperados. Nos ponemos ansiosos y tendemos a entretejer malos finales imaginados a nuestras historias. La impotencia que sentimos puede ser exacerbada por otros que no ofrecen palabras de ánimo.

La «cuarentena» de Job

La historia de Job es la de esperar la liberación de Dios del sufrimiento. Las Escrituras nos dicen que Job sufrió mucha agonía en su «cuarentena». Perdió a todos sus hijos; su ganado y su salud, su cuerpo estaba cubierto de llagas. Sus amigos ni siquiera lo reconocieron después de la calamidad que le sucedió. Como se registra en Job 2:12, «A cierta distancia alcanzaron a ver a Job, y como apenas podían reconocerlo, empezaron a gritar y llorar, y llenos de dolor se rasgaron la ropa y lanzaron polvo al aire y sobre sus cabezas». No pudieron consolar a Job y tampoco encontró consuelo en la compañía de su esposa. Su lucha fue intensa, y aunque expresó su angustia, se mantuvo resuelto en esto: continuaría esperando pacientemente hasta que las cosas mejoraran. Job dijo: «Yo esperaría todo el tiempo que durara mi servicio hasta que viniera el alivio de mis penas» (Job 14:14b).

Nuestra espera puede ser similar a la de Job o solo una fracción de su experiencia. Cualquiera sea nuestra situación, hay algo que podemos hacer para ayudarnos a manejar nuestra «cuarentena». Podemos comprometer la Palabra de Dios en cualquier lugar y en cualquier momento, por un breve momento o días o semanas de espera. Aquí hay algunas herramientas para ayudarte.

Involucrar a las Escrituras en la «cuarentena» de la vida

Ora: Para que Dios mantenga tu mente enfocada en Dios mientras esperas.

Lee la Palabra de Dios: Lee los pasajes de las Escrituras a continuación y elige uno o dos de ellos para reflexionar más, según tu circunstancia actual. Es posible que desees escribir las palabras en una tarjeta de notas o guardarlas como una nota en tu teléfono. Medita en las palabras, usando las preguntas que encontrarás debajo de los pasajes a continuación.

Romanos 8:28 —«Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito». 

Filipenses 4:6–7 —«No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús».

Jeremías 32:27 —«Yo soy el Señor, el Dios de todo ser viviente. Nada hay imposible para mí».

Gálatas 5:22–23a —«Lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio».

Reflexiona: Para ayudarte a comprometer la Palabra de Dios, pregúntate:

  • ¿Es relevante el mensaje de este pasaje para hoy?
  • ¿Cómo se aplica este pasaje a mi situación?
  • ¿Qué me llamó la atención cuando leí los versículos?
  • ¿Estos versículos provocaron alguna pregunta? (Si es así, escríbelos y compártelos en tu próximo estudio bíblico grupal en línea o profundiza en la Palabra de Dios para encontrar respuestas durante tu estudio bíblico personal).

Responde: Comparte tus observaciones de este ejercicio con alguien que lucha por encontrar consuelo durante la cuarentena.

Durante este tiempo de incertidumbre, podemos estar seguros de que Dios está allí con nosotros. Ya sea que la espera sea corta o parezca interminable, deja que la Palabra de Dios te ayude a mantenerte enfocado en el amor de Dios por ti, brindándote la fe, la esperanza y el valor que necesitas para superarlo.

Autor: Davina McDonald, 28 de abril 2020.
Fuente: Blog de la Biblia – blog.bible