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Dos formas de animar tu lectura de la Biblia

Muchos lectores de la Biblia adquieren cierto ritmo: leen entre 5 y 10 versículos de la Biblia y hacen ciertas preguntas para profundizar en el significado. Quizá leyeron un segmento de un libro devocional. Este es un buen modelo para el estudio de la Biblia, no es necesario cambiarlo.

A menos que necesites un descanso.

Al igual que una buena sonata o canción pop, a veces necesitamos cambiar nuestros ritmos. Si encuentras un nuevo ritmo para tu estudio de la Biblia, incluso temporalmente, puedes descubrir un nuevo nivel de interacción con las Escrituras. Aquí hay dos opciones simples que quizá desees probar.

La visión macro

Lee un capítulo completo, o tal vez un libro completo. Esto puede requerir algo de tiempo extra en tu horario, por lo que podría ser una buena opción para fines de semana o vacaciones.

La ventaja de este enfoque es que obtienes toda la historia. Tienes un lente gran angular en las Escrituras y no una vista microscópica. En lugar de tratar de descubrir lo que Dios te está diciendo en este versículo o en ese, estás escuchando un argumento completo, una escena completa. Estás encontrando el mensaje de Dios en contexto.

Por ejemplo, el libro de Filipenses está lleno de versículos maravillosos. Es muy gratificante leer el aliento de Pablo de los creyentes locales (1:6), su visión de su propia muerte próxima (1:21), el ejemplo de Cristo como siervo (2:5–11); y la importancia de la oración (4:6–7). Puedes derivar muchas lecciones ricas de un enfoque versículo por versículo, pero cuando te alejas, encontrarás un nuevo nivel de apreciación por la situación de los filipenses y dónde estaba Pablo en ese momento, y cómo encajan todos esos mensajes individuales.

Cada uno de los cuatro capítulos de Filipenses es casi tan largo como esta publicación de blog. La persona promedio podría leerlo todo en unos diez minutos. ¿Así que por qué no intentarlo? Muchos de los libros cortos de la Biblia explotan con un nuevo significado cuando utilizas este enfoque de gran angular. Pruébalo con Colosenses, Santiago, 1 Juan, Habacuc o Jonás. Puede tomar una hora leer Romanos, pero te encontrarás entendiendo la teología cristiana como nunca. (O puedes leer Romanos en fragmentos de cuatro capítulos).

No es solo un cambio en el ritmo de tu horario, sino también una nueva forma de conectarte con el mensaje de Dios para ti.

La vista micro

En el extremo opuesto del espectro está el enfoque del tamaño de un bocado. Toma un versículo y deja que te llene la mente. Diagrama la oración. ¿Quién hace qué a quién, cuándo, dónde, cómo y por qué? Piensa en el significado de cada palabra. Cuando prestas tanta atención a un solo versículo, es fácil memorizarlo.

Luego, deja que el versículo rebote en tu mente a medida que pasas el día. ¿Qué te está diciendo Dios? Pídele al Espíritu que conecte el versículo a tu experiencia. ¿Puedes ver la verdad del versículo en los eventos que te suceden, los encuentros que tienes, las personas que conoces?

Visualiza el versículo. Si fueras pintor, ¿cómo lo pintarías? Quizá eres pintor; entonces podrías pintar lo que estás viendo. Usa tu don artístico completo para interactuar con las Escrituras a través de las artes visuales e interactuar con la verdad que Dios te está dando.

¿Cómo suena el versículo? ¿Puedes cantar las Escrituras? O quizá recuerdas una canción diferente, o tres. Compila una lista de reproducción (selección de música) para celebrar la verdad de ese versículo.

¿Podrías representar el versículo? ¿Quiénes serían los personajes? ¿Cuál es tu interacción? ¿Cómo afectaría la verdad del versículo a sus vidas? ¿Este versículo te lleva a una danza de alabanza o devoción?

Al acortar tu alcance, concentrarte en un solo versículo, te permites que forme parte de ti, de cien maneras creativas. Debido a su brevedad, puedes no solo memorizarlo, sino respirarlo y vivir dentro de él durante un día más o menos.

El ritmo de acercamiento y alejamiento

Hay un gran valor en un análisis profundo de los pasajes de las Escrituras. Ese ritmo ha ayudado a muchos cristianos a crecer poderosamente en su fe. Pero tal vez podrías probar algo más por un tiempo. Alejar o acercar, o ambos, y ver cómo Dios llena ese campo de visión.

Autor: Randy Petersen, 4 de febrero 2020.
Fuente: Blog de la Biblia – blog.bible

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Cinco preguntas para guiar tu lectura de la Biblia

Aunque había crecido en la iglesia y había ganado mi parte de las insignias de memoria de las Escrituras en la escuela dominical, ya era una adulta cuando me di cuenta de que en realidad no entendía gran parte de la Biblia. Sabía cómo sacar un versículo de consuelo cuando necesitaba esperanza, y sabía cómo identificar el pecado en mí y en los demás, pero realmente no había aprendido mucho sobre quién es Dios o qué podría estar tratando de comunicar al mundo a través de su Palabra.

Lo principal que me ayudó a cambiar mi perspectiva fue hacerme cinco preguntas cada vez que leía las Escrituras. Revisaba las preguntas antes de comenzar a leer la Biblia, y nuevamente después de leerla. A veces olvidaba lo que estaba buscando y volvía a mis viejos patrones, pero con el tiempo, estas preguntas comenzaron a surgir de forma natural.

Pregunta #1: ¿Qué dice o hace Dios en este pasaje?

Este tipo de pregunta será fácil de responder cuando el versículo dice algo como: «Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra» (Génesis 1:1) o «[Jesús] tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio» (Lucas 24:30) o «todos quedaron llenos del Espíritu Santo» (Hechos 2:4), pero podría ser más difícil en lugares donde la acción de Dios no se menciona expresamente.

Aquí hay dos ejemplos de pasajes en que las acciones de Dios podrían ser más difíciles de encontrar. Primero, Mateo 6:33 señala: «Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas». ¿Qué acción está tomando Dios en este versículo? Al principio, puede parecer que no está haciendo nada en absoluto. Pero, ¿quién está haciendo la parte de dar lo que «recibirán (todas estas cosas)»? ¡Dios es el que hace eso! Luego, en la segunda carta de Pablo a la iglesia en Tesalónica, dice: «Hermanos, siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, como es justo que hagamos, porque la fe de ustedes está creciendo y el amor que cada uno tiene por los otros es cada vez mayor» (2 Tesalonicenses 1:3). Las personas crecen juntas en fe y amor, Pablo le agradece a Dios, pero ¿qué está haciendo Dios? Aquí hay una pista: ¿a quién agradece Pablo por su crecimiento y su amor? ¡Está agradeciendo a Dios! Pablo reconoce a Dios como el agente activo en el crecimiento de la iglesia y su amor.

Pregunta #2: ¿Qué revela esto acerca de lo que Dios ama?

Algunas veces las Escrituras declaran directamente lo que Dios ama, como «Dios ama al que da con alegría» (2 Corintios 9:7b), pero a veces es evidente en lo que implica el pasaje. Por ejemplo, Proverbios 19:17 dice: «Un préstamo al pobre es un préstamo al Señor, y el Señor mismo pagará la deuda ». Este pasaje transmite no solo el amor de Dios por los pobres sino también por un corazón de generosidad.

Este tipo de pregunta puede parecer que requiere una capa adicional de pensamiento, pero hacemos esto en nuestras relaciones todo el tiempo. Por ejemplo, si alguien dice: «Tienes que ver esta película», entonces naturalmente supongo que les encanta esa película. No es diferente en nuestra relación con Dios y su Palabra. La mayoría de las veces, no es difícil ver lo que ama.

Pregunta #3: ¿Qué revela esto acerca de lo que Dios odia?

Hay algunas personas que piensan que Dios no odia nada. Pero cualquiera que realmente ame una cosa odiará lo que amenace esa cosa. Hay una lista completa de cosas que las Escrituras dicen abiertamente que Dios odia, y son todas las cosas que se oponen a su carácter o hieren a su pueblo.

Por ejemplo, Zacarías 8:17 dice: «No se hagan daño a otros ni juren en falso. Porque yo odio todo eso. Yo, el Señor, lo afirmo». Está claro que Dios odia cuando las personas planean hacerse daño o mentir el uno al otro. Pero también hay versículos donde su odio está implícito, como en Mateo 23:25, donde Jesús dice: «¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que limpian por fuera el vaso y el plato, pero no les importa llenarlos con el robo y avaricia». Aquí, vemos que Dios odia el robo y la avaricia.

Cuando pensamos en esas tres primeras preguntas, sobre las acciones de Dios, lo que ama y lo que odia, aprendemos mucho sobre cómo abordar nuestra próxima pregunta.

Pregunta #4: ¿Qué revela esto acerca de lo que motiva a Dios a hacer lo que hace?

Las motivaciones de Dios a veces se expresan directamente, pero a veces solo se distinguen leyendo la historia completa. A menudo es útil considerar las primeras tres preguntas para llegar a esta cuarta pregunta. Aquí hay un resumen de una historia que ocurre repetidamente en el Antiguo Testamento. Busquemos la motivación de Dios detrás de lo que hace aquí:

Dios proveyó para el pueblo de Israel. Prometieron seguirlo, pero luego se rebelaron. Les había prometido que no los iba a dejar, pero que cuando pecaran y se apartaran de él, él traería consecuencias por sus pecados para que se arrepientan. Cuando Israel confió en los ídolos para ayudarlos y desobedeció los mandamientos de Dios, lo que Dios les había dicho que sucedería sucedió: su sociedad, sus relaciones y sus vidas se rompieron, generalmente, a manos de una nación extranjera. Finalmente, se arrepentirían y volverían a Dios nuevamente, y él demostró ser fiel a su promesa de cuidarlos.

Al mirar las primeras tres preguntas, vemos:

  • Las acciones de Dios: advertir a Israel, hacerles una promesa, traer consecuencias
  • Dios ama: Israel y la obediencia.
  • Dios odia: el pecado, la idolatría, el impacto que tiene en su relación con su pueblo.

Considerando todo eso, podemos ver que la motivación de Dios para poner a Israel bajo una opresión temporal no es que se esté volviendo loco o que los odie. En cambio, es que él tiene un propósito, un plan y una meta de restauración. Está actuando por amor a Israel para ayudarlos a encontrar la libertad de su idolatría para que puedan caminar en la verdad. Él sabe que la idolatría es onerosa y sabe que una alegría más profunda proviene de volverse hacia él. ¡Solo podemos entender la historia de la relación de Dios con su pueblo cuando entendemos que el amor es su motivación!

Si Dios estuviera motivado solo por su odio por el pecado, si no fuera superado por su amor por Israel, probablemente los destruiría. Pero vemos su amor actuando como el motivador. De hecho, es un motivador tan común que podemos asumir con seguridad que siempre está entretejido con los motivos de Dios.

Pregunta # 5: En todo eso, ¿qué atributos de Dios se muestran?

¿Ves la misericordia de Dios? ¿Su gracia? ¿Su paciencia? ¿Dónde ves su soberanía o su atención al detalle? ¿Dónde ves su generosidad? Toma nota del carácter de Dios. Cuando hagas esto, comenzarás a verlo más claramente. Saber quién es Dios, quién es realmente, no solo forma nuestra relación con él, sino también toda nuestra vida.

Estas preguntas pueden ser difíciles de recordar. Anótalas en tu diario o en un marcador que usa en tu Biblia, como recordatorio. Eventualmente, buscar a Dios y su carácter en las Escrituras se convertirá en una segunda naturaleza y cambiará la forma en que ves la Palabra de Dios. Y cuando tratas de buscarlo, y luego lo encuentras, ¡creo que te darás cuenta de que él está donde está la alegría! 

Autor: Tara-Leigh Cobble, 12 de noviembre 2019.
Fuente: Blog de la Biblia – blog.bible

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La Biblia es la base de nuestro crecimiento espiritual

Nuestro mundo secularizado ha perdido toda noción de lo sagrado. Irónicamente, a pesar de su convicción de que el universo es un sistema natural cerrado, nuestra cultura postula figuras que reemplazan a los demonios y ángeles. Una encuesta reciente reveló que el 14% de los estadounidenses creen que puede suceder un accidente biológico que produzca un apocalipsis de zombis. Casi un 50% cree que existen los alienígenas.

Admito tener serias dudas sobre la existencia de extraterrestres. Por lo menos dudo que sean como en las películas. La Biblia habla de seres superdotados que van y vienen de nuestro planeta (Lc. 2:9), pero no son precisamente hombrecitos verdes. De todas formas, vale preguntar, si de verdad existen los alienígenas, verdes o del color que sean, ¿cómo podemos descubrirlos? Si ellos no hacen algo por darse a conocer, la posibilidad de descubrirlos es casi inexistente.

¿Cómo serían ellos? ¿Buenos y amigables como el E.T. de Steven Spielberg? ¿O sabios y extraños como en la película Arrival que protagonizó Amy Adams? ¿O monstruos aterradores como en las películas Alien? Si no se les ocurre bajarse de su nave en una plaza de alguna de nuestras ciudades —o por lo menos mandarnos algún mensaje que puedan captar las antenas de la NASA— no hay posibilidad de saber de ellos. Podemos especular mucho, pero nuestro conocimiento concreto no avanza.

¿Y si Dios existe? La distancia es más grande aún. El Dios del cristianismo existe mas allá de los limites del tiempo y el espacio, mas allá del alcance de nuestros instrumentos científicos. Podemos especular en cuanto a su existencia y sus cualidades, pero para conocerlo hace falta que Él se revele. Por esto podemos decir que no hay declaración de más trascendencia histórica que esta: “Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo” (He. 1:1-2).

Dios nos habla. Hay muy pocas oraciones que podemos escribir que tengan el mismo peso trascendental. Esta oración solo se compara con oraciones como: “En el principio Dios creó el universo”, o “Oye Israel, nuestro Dios uno es”, o “El verbo se hizo carne”.

Para entender mejor las disciplinas espirituales, hay cinco cosas que debemos saber sobre la Palabra de Dios. Estas cinco cosas nos ayudarán a entender que toda disciplina espiritual debe tener una base sólida, la cual no se encuentra en nosotros mismos, sino en las Escrituras.

1. La Palabra invaluable es nuestro punto de partida

Debido a lo que ya hemos mencionado, las disciplinas espirituales comienzan con la Palabra de Dios. Ellas existen porque Dios nos ha hablado en cuanto a su propia naturaleza y la nuestra, y nos ha hecho entender su gracia y sus propósitos para nosotros.

Para crecer en santidad por medio del uso disciplinado de los medios de gracia, es imprescindible entender la centralidad de la Palabra en este proceso y el rol del Espíritu Santo.

Para crecer en santidad por medio del uso disciplinado de los medios de gracia, es imprescindible entender la centralidad de la Palabra en este proceso y el rol del Espíritu Santo. Además, debemos entender, aunque sea en parte, la maravilla de poseer las Escrituras. Tomar una Biblia en nuestras manos no es técnicamente un milagro. Sin embargo, como evidencia de la providencia de Dios, es tan maravillosa que debe producir en nosotros el mismo asombro que tendríamos al ver agua convertida en vino.

Hace algunos años pude asistir a una exposición de los rollos del Mar Muerto. Eran más pequeños de lo que había imaginado. Lo que más me conmovió de ellos fue el marcado contraste entre su evidente fragilidad y su gran antigüedad. Bajo una gruesa lámina de vidrio antibala, daban la sensación de que se harían polvo con apenas un suspiro de aliento. Más de dos milenios luego de ser copiados, su mera existencia da evidencia de la providencia divina en la conservación de la Palabra.

¿Que generó en el pueblo judío esa dedicación a copiar y preservar los textos del Antiguo Testamento a través de milenios? Quizá los mismos textos nos pueden sugerir claves. ¿No habrá sido la memoria nacional del temor experimentado por sus antepasados cuando, al pie del monte Sinaí, escucharon los truenos, vieron los relámpagos y la densa nube sobre el monte, y oyeron un fuerte sonido de trompeta? (Éx. 19:16) ¿No habrá sido el recuerdo de la cara brillante de Moisés cuando bajó del monte? ¿No habrá sido la declaración, “habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre”? (Éx. 20:1-2).

Los judíos aceptaron que debían recibir las palabras divinas y ponerlas por práctica. También aceptaron la responsabilidad familiar de enseñarlas a sus hijos. La Palabra se debía transmitir al estar en casa y al andar por el camino, al levantarse y al acostarse (Dt. 6:6). Como pueblo, los judíos aprendieron dos cosas que nosotros también debemos aprender. Primero, la maravilla de poseer la Biblia. Segundo, que no solo de pan vive el hombre. También necesita la Palabra de Dios (Dt. 8:3). No nos debe sorprender, por lo tanto, el cuidado minucioso de los escribas que generación tras generación copiaron la Palabra de Dios. Ella es el punto de partida para conocer a Dios y crecer en santidad.

2. La Palabra fue escrita para ser leída y oída

La Palabra divina, antes que nada, es una palabra verbalizada, pronunciada. Pero también es una palabra escrita. Encontramos que Moisés mandó que la Palabra fuera leída en público:

“Cuando todo Israel venga a presentarse delante del Señor tu Dios en el lugar que Él escoja, leerás esta ley delante de todo Israel, a oídos de ellos. Congrega al pueblo, hombres, mujeres y niños, y al forastero que está en tu ciudad, para que escuchen, aprendan a temer al Señor tu Dios, y cuiden de observar todas las palabras de esta ley. Y sus hijos, que no la conocen, la oirán y aprenderán a temer al Señor vuestro Dios, mientras viváis en la tierra adonde vosotros vais, cruzando al otro lado del Jordán para poseerla”, Deuteronomio, 31:11-13.

Obviamente, esta lectura oral dependía de la palabra escrita.

Para nosotros, las disciplinas espirituales también presentan esta ida y venida oscilante entre la Palabra escrita y la leída en voz alta. En nuestros días de fácil acceso a libros impresos y textos electrónicos, más que nada absorbemos la Palabra por un circuito cognitivo que pasa por los ojos a la mente. Pero la Biblia fue compuesta en el contexto de una cultura oral, y el circuito que muchas veces se contempla en las Escrituras es el que incluye los oídos, el corazón, y la boca. Jesús dijo: “El que tiene oídos, que oiga” (Mt. 11:15). Pablo escribió: “Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón” (Ro. 10:8).

El pentateuco fue escrito para ser leído en voz alta ante la congregación. Dios, por medio de Moisés, encontró en la escritura un medio para asegurar la transmisión fiel de una generación a otra. La confesión de Westminster explica:

“Le agradó a Dios en varios tiempos y de diversas maneras revelarse a sí mismo y declarar su voluntad a su Iglesia; y además, para conservar y propagar mejor la verdad y para el mayor consuelo y establecimiento de la Iglesia contra al corrupción de la carne, malicia de Satanás y del mundo, le agradó dejar esa revelación por escrito”.

¿Será una coincidencia que el primer abecedario del mundo no fue la invención de los egipcios o de los sumerios, los imperios dominantes de la antigüedad? Estas culturas dependían de los sistemas aparatosos de los jeroglíficos y la escritura cuneiforme. En realidad, el primer alfabeto surge entre los semitas. Solamente un abecedario permitiría el desarrollo de la literatura como tal. El alfabeto es el medio providencial de transmisión que permitió la preservación de la Palabra a través de los milenios. Aun cuando una generación se olvidaba de ella, ahí yacía hasta que un escriba —o un arqueólogo— con manos temblorosas desempolvaba un rollo olvidado por los hombres, pero conservado por el Espíritu de Dios.

El invento de la escritura alfabética no solo permitió la preservación de la Palabra revelada, sino también la distribución necesaria para su incorporación a la vida comunitaria de Israel. La iglesia primitiva, siguiendo el ejemplo de la sinagoga, daba un lugar de honor a la simple lectura de la Palabra. En Judea y Galilea, las sinagogas poseían copias de los rollos de las Escrituras. Recordamos que Jesús, para inaugurar su ministerio, leyó una profecía del antiguo rollo de Isaías (Lc. 4:17-20).

Las iglesias cristianas agregaron a sus bibliotecas copias de los escritos de los apóstoles. Dando instrucciones al joven pastor Timoteo, Pablo dice: “Entretanto que llego, ocúpate en la lectura de las Escrituras, la exhortación y la enseñanza” (1 Ti. 4:13). Aquí, Pablo tiene en mente la lectura pública de las Escrituras. Notemos cómo él recomienda esta lectura en un contexto que incluye la lucha por la santificación:

“Al señalar estas cosas a los hermanos serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. Pero nada tengas que ver con las fábulas profanas propias de viejas. Más bien disciplínate a ti mismo para la piedad”, 1 Timoteo 4:6-7.

El apóstol Pablo describe una vida caracterizada por la búsqueda de la santidad por medio de las disciplinas espirituales centradas en la Palabra.

3. La Palabra fue recuperada en la historia de la iglesia

Lamentablemente, la Palabra no siempre ha ocupado su lugar merecido en la larga historia de la iglesia. A través de los años, la espiritualidad cristiana fue distorsionada por prácticas como el culto a María y la mediación de los santos. Sin embargo, la Palabra nunca perdió su capacidad de transformar al individuo y a la iglesia misma.

En la conversión de Agustín de Hipona encontramos un ejemplo clásico de ese poder transformador. Por la influencia de la Palabra, el gran teólogo africano fue convertido de una vida de libertinaje y andanzas filosóficas. Primero, sus conceptos de la fe cristiana empezaron a ser modificados bajo la influencia de la predicación de Ambrosio. Luego, su conversión en sí se produjo un día cuando, sentado en al jardín de su casa, escuchó la voz de una niña que decía tolle lege, tolle lege: toma, lee. Impulsado por estas palabras, levantó una copia de las Escrituras y leyó Romanos 13:13-14: “Andemos decentemente, como de día, no en orgías y borracheras, no en promiscuidad sexual y lujurias, no en pleitos y envidias; antes bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no penséis en proveer para las lujurias de la carne”. Agustín relató que esto fue como una luz que instantáneamente despejó toda sombra de duda.

A través de los siglos en la vida de la iglesia, la influencia de la Palabra de Dios muchas veces menguó. Sin embargo, Dios en su providencia nunca dejó que la llama se apagara del todo. El copiado de los textos bíblicos se llevó a cabo con la misma disciplina de los antiguos judíos, aun en lugares remotos azotados por los vikingos, como Lindisfarne, un monasterio fundado por monjes irlandeses. En la época medieval se practicaba la lectio divina, una disciplina espiritual de los monjes benedictinos. Consistía de 4 pasos: lectio, meditatio, oratio, y contemplatio. Se buscaba a Cristo en cada pasaje, pero los resultados muchas veces eran problemáticos, ya que la interpretación no obedecía a ningún principio hermenéutico, sino a las impresiones subjetivas del monje.

Un aspecto clave de la espiritualidad protestante es recuperar la vida de la congregación de la iglesia bajo la autoridad de la Palabra de Dios.

La Reforma protestante llegó a la iglesia como los avivamientos habían llegado en el Antiguo Testamento a Israel bajo el rey Josías o el escriba Esdras. El principio de sola Scriptura actuó como un ácido disolviendo las tradiciones y falsas enseñanzas acumuladas a través de los siglos. El altar de la misa perdió su posición central en el santuario al ser reemplazado por el púlpito. Todo se reordenó y se sujetó a la Palabra. La Biblia, leída y predicada, volvió a ocupar el lugar central en la vida de la iglesia. Como ejemplos puntuales podemos notar el proceso de reforma en Zúrich, el cual empezó cuando el sacerdote católico Ulrico Zuinglio se dedicó a la predicación expositiva del libro de Mateo, o la teología magistral de Calvino, que se forjó en medio de un ministerio activo de enseñanza casi diaria de la Palabra.

4. La Palabra es central en la espiritualidad protestante y bíblica

De esa manera, un aspecto clave de la espiritualidad protestante es recuperar la vida de la congregación de la iglesia bajo la autoridad de la Palabra de Dios.

Una muestra de eso es la forma en que el proceso de reforma se agudizó en el siglo XVI entre los puritanos. Ellos promulgaban una “religión experimental”. O sea, enseñaban que la fe no era simplemente un compendio de dogmas, sino que era algo que se debía vivir y sentir. La Escritura era suficiente para conocer a Dios y sus verdades eran transformadores porque, así como fue inspirada por el Espíritu Santo, también era aplicada por Él a la mente y el corazón de una forma que producía cambios reales. Por lo tanto, William Perkins (1558-1602) podía escribir que la “teología es la ciencia de vivir de forma bendita para siempre”. De forma similar, William Ames (1576-1633) definió la teología como “la doctrina de vivir hacia Dios”.

En términos similares, los autores del Catecismo menor de Westminster formularon la pregunta: “¿Qué es lo que enseñan principalmente las Escrituras?”. Respondieron: “Lo que principalmente enseñan las Escrituras es lo que el hombre ha de creer respecto a Dios y los deberes que Dios impone al hombre”. La Palabra imparte conocimiento de Dios y, bien entendida, cambia vidas.

Michael Haykin mantiene que los puritanos desarrollaron una distintiva espiritualidad congregacional orientada en dos principales ejes:

Primero, su enfoque en la centralidad y suficiencia de las Escrituras les llevó a elevar la predicación como principal medio de gracia. Esto produjo una espiritualidad única del uso del espacio que se hizo evidente en sus lugares de reunión.

El catolicismo había puesto el enfoque en el altar y la celebración de la misa. El culto romano contenía un elemento dramático que apelaba a la vista. Arquitectónicamente, esto se expresaba en los exagerados interiores barrocos y rococós de sus iglesias y catedrales repletas de imágenes de los santos. En contraste, los protestantes, y en particular los puritanos, prefirieron una decoración minimalista o inexistente, ya que el enfoque del culto era la Palabra predicada y oída. El púlpito reemplazó al altar como centro de enfoque, y este se elevaba para simbolizar la supremacía de la Palabra sobre la vida de la congregación.

Segundo, así como los puritanos desarrollaron una nueva espiritualidad del espacio bajo la influencia de la predicación, también expresaron una nueva espiritualidad del tiempo. Esto se hizo evidente en su aplicación del cuarto mandamiento. Dieron importancia al sábado, ya que el tiempo santificado era necesario para oír la predicación, y para practicar la oración, la meditación, y las buenas obras. Apartar un día de la semana representaba su reconocimiento de que Dios es Señor no solo del espacio sino también del tiempo. Además, entendieron que la consagración del sábado dominical era imperativo para dedicar el tiempo necesario a la cultivación de las disciplinas.

5. La Palabra y el Espíritu obran en nuestra santificación

En su interpretación de las Escrituras, los puritanos aplicaban métodos gramaticales, históricos, y lógicos, pero entendían que la Palabra tenía vida propia; que penetraba y transformaba vidas. Esto se debía a su inspiración por el Espíritu Santo, y a la aplicación por parte del mismo Espíritu al entendimiento y al corazón del ser humano.

Juan Calvino le daba tanta importancia al Espíritu Santo que, según B.B. Warfield, él debe ser conocido como el “teólogo del Espíritu Santo”. En su debate con el Cardenal Sadoleto, Calvino lo acusó de injuriar al Espíritu Santo porque lo separaba de la Palabra. Para Calvino, Sadoleto caía en el error de dar preferencia a la autoridad de la iglesia antes que  a la del Espíritu Santo:

“Si hubieses sabido, o no lo hubieses querido disimular, que el Espíritu ilumina a la Iglesia para abrir la inteligencia de la Palabra y que la Palabra es como el crisol donde se prueba el oro para discernir por medio de ella todas las doctrinas, ¿te hubieras enfrentado con tan compleja y angustiosa dificultad? Aprende, pues, por tu propia falta, que es tan insoportable vanagloriarse del Espíritu sin la Palabra, como desagradable el preferir la Palabra sin el Espíritu”.

Los puritanos compartían este énfasis en la relación entre el Espíritu y la Palabra. J. I. Packer señala la importancia de la enseñanza de John Owen sobre este tema. Entre otros efectos, el Espíritu establece nuestra fe en y por medio de la Escrituras.

Las disciplinas espirituales, partiendo de la Palabra de Dios, nos ayudan a entender más de Él y producen cambios reales en nosotros.

El Espíritu hace esto de tres formas. Primero, según Owen, el Espíritu le da a las Escrituras la “cualidad permanente de luz”. Segundo, el Espíritu le da a las Escrituras el poder de “producir efectos espirituales”. O sea, la Palabra tiene poder transformador, y el Espíritu la aplica de forma eficaz a nuestras vidas. ¡Que importante entender esto para aquellos que luchamos por ver cambios reales en nosotros! Tercero, “el Espíritu hace que la Palabra invada la conciencia como una palabra dirigida a cada individuo por Dios mismo, evocando el asombro y la sensación de estar bajo la presencia de Dios y la observación de su ojo”.

Conclusión

Como hemos visto, las disciplinas espirituales, partiendo de la Palabra de Dios, nos ayudan a entender más de Él y producen cambios reales en nosotros. Aunque requieren esfuerzo de nuestra parte, en última instancia los resultados no son productos de nuestra autodisciplina en sí. Las diversas disciplinas son fuentes de la gracia que Dios nos canaliza por medio de su Palabra.

Esta Palabra formó el universo (Sal. 33:6) y nos hace nacer de nuevo (1 P. 1:23). Ella hace su obra en nosotros (1 Ts. 2:13), nos limpia (Jn. 15:3), y nos santifica (Jn. 17:17). Por esta razón, Pablo escribió a los colosenses:

“Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones”, Colosenses 3:16.

Pablo describe un estilo de vida marcado por el uso disciplinado de los medios de gracia. Es una vida de increíble gozo. Esto es posible porque Dios existe y nos ha hablado por los profetas, por su Hijo, y nos sigue hablando por las Escrituras y su Espíritu. En última instancia, todas las disciplinas espirituales provienen de la Palabra. Sin ella, no hay verdadera espiritualidad.

Autor: Sam Masters, 21 de noviembre 2018.
Fuente: www.coalicionporelevangelio.org


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9 cosas que debes saber sobre la Biblia

Lo principal que todos deberían saber sobre la Biblia es que “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia…” (2 Ti. 3:16). Pero aquí hay otras 9 cosas que debes saber sobre el libro más vendido de todos los tiempos:

1. La palabra inglesa para Biblia (Bible) a se deriva del griego koiné τὰ βιβλία (ta biblia — “los libros”). Mientras que el uso cristiano del término se remonta aproximadamente al 223 d.C., el erudito bíblico tardío F.F. Bruce notó que Crisóstomo en sus Homilías sobre Mateo (entre 386 y 388 después de Cristo) parece ser el primer escritor en usar la frase griega ta biblia para describir juntos el Antiguo y el Nuevo Testamento.

2. La palabra “testamento” (en hebreo berîth, y en griego diatheke), significa “pacto”. El término “Antiguo Testamento” se refiere al pacto al que Dios entró con Abraham y el pueblo de Israel, y el “Nuevo Testamento” al pacto que Dios ha establecido con los creyentes a través de Cristo.

3. La práctica de dividir la Biblia en capítulos comenzó con Stephen Langton, un arzobispo de Canterbury a principios del siglo XIII. Robert Estienne, un impresor del siglo XVI y erudito clásico en París, fue el primero en imprimir la Biblia dividida en versos estándar numerados.

4. La primera Biblia completa impresa en el Hemisferio Occidental no estaba en inglés u otros idiomas europeos. La “Eliot Indian Bible, publicada en Cambridge, Massachusetts, entre 1660 y 1663, fue una traducción en el dialecto natick de la tribu algonquina de los indígenas americanos. No hubo Biblias en inglés impresas en los Estados Unidos hasta finales del siglo XVIII, principalmente porque fueron importadas de forma más económica y fácil desde Inglaterra hasta el embargo de la Guerra Revolucionaria.

5. El primer Nuevo Testamento de letra roja (es decir, con las palabras de Cristo impresas en rojo) fue publicado en 1899, y la primera Biblia de letras rojas siguió dos años más tarde. La idea de imprimir las palabras de Cristo en rojo se originó con Lous Klopsch, editor de la revista Christian Herald, quien tuvo la idea después de leer las palabras de Jesús, “Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre, que es derramada por ustedes” (Lc. 22:20).

6. La Biblia no es solo el libro más vendido de todos los tiempos, sino que consistentemente es el libro más vendido del año, todos los años. (Incluso en 1907, el New York Times señaló que “las ventas diarias de la Biblia, 40,000 copias, exceden las ventas anuales de las novelas más populares”). Actualmente, se estima que se venden o distribuyen 25 millones de copias en los Estados Unidos cada año, aproximadamente una nueva Biblia por cada 12 estadounidenses.

7. Según la Christian Booksellers Association [Asociación de Libreros Cristianos], las versiones más populares (clasificadas según las ventas en dólares) son: (1) New International Version, (2) King James Version, (3) New Living Translation, (4) New King James Version, (5) English Standard Version, (6) Common English Bible, (7) Holman Christian Standard Bible, (8) Reina Valera 1960, (9) New American Standard, y (10) New International Readers Version.

8. Hay dos enfoques generales para la traducción de la Biblia: la equivalencia formal y la equivalencia funcional. La equivalencia formal busca reproducir la forma gramatical y sintáctica del lenguaje del donante tan estrechamente como sea posible en el lenguaje del receptor, haciendo solo los cambios que sean necesarios para la inteligibilidad. La equivalencia funcional se centra en el significado e intenta comunicar con precisión el mismo significado en el lenguaje del receptor, incluso si hacerlo requiere el uso de diferentes formas gramaticales y sintácticas. Como explica Rodney J. Decker, todas las traducciones incluyen tanto equivalencias formales como funcionales y, por lo tanto, recaen en una parte diferente del espectro de traducción (por ejemplo, KJV y ESV son más formales, mientras que la Nueva Traducción Viviente es más funcional).

9. Todos los libros del Antiguo Testamento excepto Ester, Eclesiastés, y el Cantar de los Cantares son citados o referenciados en el Nuevo Testamento. Jesús citó o hizo referencias de Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio, Salmos, Proverbios, 1 Reyes, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Oseas, Amós, Jonás, Miqueas, Zacarías, y Malaquías.

Autor: Joe Carter, 1 de junio 2018.
Fuente: www.coalicionporelevangelio.org

 

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100 preguntas de conocimiento bíblico

Hace varios años nuestra iglesia comenzó a ofrecer un curso de capacitación de liderazgo una o dos veces al año. La clase comenzó como un seminario de formación para los que habían sido nominados para ancianos o diáconos. Ahora, el curso debe ser completado antes de que un hombre puede ser considerado para el cargo de anciano o diácono.

Al final de las 12 semanas de clase hay una evaluación. El examen consta de un par de ensayos largos, respuestas cortas y una serie de preguntas que prueban el conocimiento básico sobre la Biblia. Nos aseguramos de decir que usted no tiene que ser un estudiante brillante para servir en nuestra iglesia. Hay mucho más en el ministerio efectivo que aprobar un examen escrito. Mucho más. Sin embargo, no queremos que nuestro personal, los maestros, y los oficiales sean analfabetas bíblicos. Por supuesto, la gente no suele estar demasiado emocionada por hacer un examen, pero casi siempre están contentos de haber tomado la clase. Y más a menudo de lo normal, la prueba demuestra ser una experiencia edificante.

Por diversión, y para su propia evaluación y aprendizaje, pensé en poner las preguntas que formaban la parte de conocimiento del examen. Hemos cambiado el examen en los últimos años, por lo que éstas no son las preguntas exactas que utilizamos actualmente (¡No voy a mostrarle a todos la prueba antes de tiempo!). Pero esto le dará una idea del tipo de conocimiento bíblico que queremos que nuestros líderes tengan. Nadie contesta todas las preguntas de forma correcta, pero la mayoría de las personas hacen la mayor parte de ellas correctamente, y algunos miembros eruditos casi han acertado todo. No he proporcionado a continuación las respuestas a la prueba, porque… bueno, es una prueba.

A.    ¿Quién hizo lo siguiente?

1.    ¿Escribió el libro de Hechos?

2.    ¿Apareció con Jesús en el Monte de la Transfiguración?

3.    ¿Dirigió la reconstrucción del muro de Jerusalén?

4.    ¿Mató a mil filisteos con una quijada de asno?

5.    ¿Condujo a los israelitas a la Tierra Prometida?

6.    ¿Fue desterrado a la isla de Patmos, donde escribió el Apocalipsis?

7.    ¿Iba a maldecir a Israel, pero tuvo que bendecirlos?

8.    ¿Se convirtió en el primer rey de las 10 tribus que se separaron?

9.    ¿Rescató a David de su necio marido Nabal?

10.   ¿Fue reprendido por Pablo por negarse a comer con los gentiles?

B.    ¿Dónde tomaron lugar, geográficamente, los siguientes eventos?

11.    ¿Dios dio a Moisés los Diez Mandamientos?

12.    ¿Un orfebre causó un alboroto?

13.    ¿Elías tuvo un enfrentamiento con los profetas de Baal?

14.    ¿Los creyentes fueron llamados “cristianos” por primera vez?

15.    ¿El río en el cual Jesús fue bautizado?

16.    ¿Las paredes de la ciudad colapsaron después de que los israelitas marcharon alrededor de ellas?

17.    ¿Jesús caminó sobre el agua?

18.    ¿El lugar al cual se suponía que Jonás estaba yendo cuando huyó a Tarsis?

19.    ¿El lugar al cual Pablo se dirigía cuando fue cegado en el camino?

20.    ¿El río en el cual estaba Ezequiel con los exiliados cuando recibió una visión de Dios?

C.     ¿En qué libro de la Biblia encuentra lo siguiente?

21.    ¿Pedro visita a Cornelio, donde se entera de que Dios acepta judíos y gentiles?

22.    ¿Pablo le pide a un esclavo fugitivo ser recibido nuevamente?

23.    ¿Israel adora a un becerro de oro hecho por Aarón?

24.    ¿La historia de José y sus hermanos?

25.    ¿Doce hombres a exploran la tierra de Canaán, pero solo dos confían en que Dios se las entregará?

26.    ¿El juicio de Dios sobre Israel es representado por un profeta como una horda de langostas?

27.    ¿Una descripción de la armadura de Dios?

28.    ¿Las palabras “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” en el Antiguo Testamento?

29.    ¿Un profeta se casa con una prostituta?

30.    ¿Los magos visitan al niño Jesús?

D.    ¿En qué libro y capítulo(s) se encuentra lo siguiente?

31.    ¿Dios habla por primera vez los Diez Mandamientos?

32.    ¿El llamado de Abram?

33.    ¿El Sermón del Monte?

34.    ¿La Gran Comisión?

35.    ¿La venida del Espíritu Santo sobre los discípulos en el viento, fuego, y lenguas?

36.    ¿Al igual que Adán era la cabeza de la vieja humanidad, Cristo es la cabeza de la nueva: “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”?

37.    ¿“Pero estos tres permanecen: la fe, la esperanza y el amor. Pero el mayor de ellos es el amor”?

38.    ¿Un líder religioso oye, “A menos que un hombre nazca de nuevo no puede entrar en el reino de los cielos”?

39.     ¿Satanás atado por mil años?

40.    ¿Los tres hebreos salvados del horno de fuego?

E.     Dé el tema principal o evento de los siguientes capítulos de la Biblia
:

41.   Génesis 3

42    Isaías 53

43    Romanos 4

44    Salmo 119

45    Hebreos 11

46    Hechos 15

47    Juan 17

48    Apocalipsis 21-22

49    Lucas 15

50    Éxodo 3

F.     ¿Quién dijo lo siguiente?

51.    Si perezco, que perezca.

52.   ¿Qué es la verdad?

53.    ¿Tendré placer después de haber envejecido, siendo también viejo mi señor?… ¿Concebiré en verdad siendo yo tan vieja?

54.    Jerusalén, Jerusalén … ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta a sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!

55.    Ordena que en tu reino estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.

56.    Aquí están el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?

57.    Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya.

58.    ¿Acaso soy un perro, que vienes contra mí con palos?

59.    Yo sé que mi Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo.

60.    Da, pues, a tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal.

G.     Si se encuentra con el siguiente error, ¿a que libro acudiría por ayuda? Elija el libro que mejor aborda el error. Use cada uno de los libros que aparecen sólo una vez: Génesis, Job, Cantar de los Cantares, Amós, Juan, 1 Corintios, Gálatas, 1 Timoteo, Santiago, Apocalipsis.

61.    “Siempre y cuando usted crea lo correcto, no importa cómo vive su vida”.

62.    “Estoy seguro de que no tengo ningún don espiritual. Solo las personas especiales lo tienen”.

63.     “Somos salvos por Jesús, pero también tenemos que hacer nuestra parte obedeciendo a la ley del Antiguo Testamento”.

64.    “Si está enfermo, debe tener pecado en su vida. Las buenas personas no sufren”.

65.    “Dios no se preocupa por los pobres y oprimidos. Ese es el evangelio social”.

66.    “Yo sé que Dios promete bendecirme, pero no puedo confiar en Él realmente a través de las cosas difíciles en la vida, como el hambre, la esterilidad, y el encarcelamiento”.

67.    “Al final, no hará ninguna diferencia a quién seguimos o lo que hicimos con nuestras vidas. Jesús va a tratar a todos igual cuando regrese”.

68.    “No hay nada especial acerca de Jesús. No es más que un camino entre muchos, sólo otro profeta o un buen maestro de moral”.

69.    “La mejor manera de escoger a sus ancianos es mirando que tan exitosos son en el mundo de los negocios. Luego, considere el número de títulos que tienen. Después de eso, la popularidad es lo que más importa. Por último, si todavía no puede decidir, vaya por el buen aspecto”.

70.    “La Biblia no dice nada acerca de la intimidad entre un hombre y una mujer. Eso es demasiado carnal para que Dios se preocupe.”

H.    Ordene los siguientes eventos en orden cronológico.

(Preguntas 71 – 80).

a. La entrega de la Ley

b. La muerte expiatoria de Cristo

c. Malaquías profetiza

d. La promesa a Abraham

e. La creación y caída

f. El Pentecostés

g. El exilio en Babilonia

h. David es rey sobre Israel

i. Pablo naufraga

j. Los jueces gobiernan sobre Israel

I.    Una el versículo con la doctrina que mejor lo apoye. Cada doctrina de la lista será utilizada sólo una vez: la providencia, la expiación, la elección, la justificación, la inmutabilidad, la santificación, la inspiración, la deidad de Cristo, la Trinidad, la depravación total.

81.     “Sino que así como Aquél que los llamó es Santo, así también sean ustedes santos en toda su manera de vivir”. 1 Pedro 1:15

82.    “Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Romanos 5:8

83.    “Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios lo cambió en bien”. Génesis 50:20

84.    “Porque Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo”. Efesios 1:4

85.    “Porque Yo, el Señor, no cambio”. Malaquías 3:6

86.    “Bienaventurado el hombre cuyo pecado el Señor no tomara en cuenta”. Romanos 4:8

87.    “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”. Juan 1:1

88.    “Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Mateo 28:19

89.    “…pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios”. 2 Pedro 1:21

90.    “No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios”. Romanos 3:10-11

J.    ¿En qué libro del Antiguo Testamento se encuentran las siguientes profecías mesiánicas? Los libros pueden ser utilizados más de una vez.

91.   El Mesías nacería en Belén.

92.   Aplastaría la cabeza de la serpiente.

93.   Él vendría montado en un pollino, hijo de asna.

94.   Nacido de una virgen.

95.   Vino a dar buenas nuevas a los pobres, a vendar a los quebrantados de corazón, proclamar libertad a los cautivos, liberar a los prisioneros de la oscuridad, proclamar el año de la gracia del Señor y dar consuelo a todos los afligidos.

96.   Sería por siempre un sacerdote según el orden de Melquisedec.

97.   Sería como un sol de justicia que se levanta con la salud en sus alas.

98.   “Se repartieron entre sí mis vestidos y echaron suertes sobre mi ropa”.

99.   Enterrado con los ricos fue en su muerte.

100.  Al igual que un cachorro de león de la tribu de Judá.

Autor: Kevin Deyoung, 15 de octubvre 2016.
Fuente: www.coalicionporelevangelio.org

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De la Biblia a la vida: el descanso

El ritmo vertiginoso de estos tiempos ha convertido el descanso en un bien apetecible pero esquivo. No renegamos de la necesidad de aquietar nuestra vida ajetreada. Al contrario, creemos, como nunca antes, que el descanso es indispensable para una vida saludable y tranquila. Nuestra dificultad, más bien, radica en que no logramos encontrar la forma práctica de convertir esto en una realidad.

La complicación radica en la definición de “descanso” que empleamos. El concepto popular sostiene que descanso es lo que hacemos cuando no tenemos nada que hacer. Como nunca llega el día en que no tenemos nada que hacer, acabamos siempre atrapados en un activismo que ha enfermado nuestros corazones.

La Biblia nos sorprende cuando saca el descanso del plano del deseo y lo convierte en mandamiento. El Señor, conocedor de nuestra naturaleza, entiende que nuestra tendencia es hacia un desequilibrio crónico en el manejo de nuestras actividades. Nos ahorra el problema de encontrar un espacio en el que podamos practicar el descanso al decirnos: “Te ordeno que descanses”. Comprender esto nos conduce a uno de los conceptos más importantes acerca del descanso: es una disciplina que le imponemos a una vida que tiende hacia el caos. Es decir, debemos planificar de manera deliberada e intencional nuestras agendas para que cesen las actividades que normalmente nos ocupan cada día. 

Este cese de actividades da lugar a un cambio en el ritmo de vida. El descanso es ese momento en el que celebramos la bondad de Dios, afirmamos su generosa provisión para nuestras vidas y declaramos, una vez más, nuestra intención de caminar de Su mano cada día. Nos permite recuperar una perspectiva saludable de la vida y alinearnos con los ritmos que Dios le ha dado a su creación.

Dr. Christopher Shaw
Director de Desarrollo Cristiano Internacional.
Autor de “Dios en sandalias”, “Alza tus ojos” y “Noche y día”.

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¿Amistad fallida? Encuentra consuelo en la Biblia

Hay algo especial en la amistad.
No puedes elegir a tus familiares o el lugar donde naciste o en qué circunstancias, pero puedes elegir a tus amigos. A veces nos hacemos amigos con los candidatos más improbables. Otras veces, nos encontramos con alguien y sentimos que los conocemos desde siempre. Es realmente un poco mágico.

Algunos de nosotros tenemos la bendición de tener amistades que realmente duran toda la vida. Conocí a mi mejor amigo en la universidad hace trece años y desde entonces hemos estado cerca. A través de todas las temporadas y cambios de la vida, nuestra amistad se ha mantenido estable y ahora se siente como una hermandad de por vida. Realmente agradezco a Dios por traerlo a mi vida.

Pero para la mayoría de nosotros, algunas de nuestras amistades más queridas no continúan con nosotros al entrar en nuevas etapas de la vida y crecimiento. Las personas se mudan, se casan, tienen hijos, se unen a nuevas iglesias y toman otras decisiones que alteran la vida. Cualquiera sea la razón, parece cada vez más difícil hacer y mantener nuestras amistades a medida que envejecemos. Invertimos tanto tiempo y energía en nuestras amistades que podemos sentir una profunda sensación de pérdida cuando esas personas ya no tienen el mismo lugar sagrado en nuestras vidas.

Nuestras identidades pueden vincularse tanto con nuestros amigos que, una vez que se han ido, es difícil recordar quiénes somos sin ellos.

Esta nueva realidad de amistad me ha sido difícil de aceptar en los últimos años. No estaba preparada para ver cómo las estaciones de la vida cambiarían o terminarían mis amistades. Ahora que me he dado cuenta de cuántas de estas relaciones solo duran una temporada, he descubierto que es más importante que nunca tener una identidad firme en un Cristo que nunca cambia. Sé que mi valor no está determinado por la abundancia de amistades en mi vida, sino por la abundancia del amor de Cristo por mí.

Una vez escuché a un pastor decir: «Cristo es la luz al final del túnel oscuro. Y no va a ninguna parte. Otros pueden irse, pero él se quedará». No importa dónde te encuentres en el viaje de la vida, Jesús es el amigo que nunca se va.

Si estás sufriendo la pérdida de una amistad, déjate consolar y alentar con los siguientes versículos:

Juan 15:15
Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho.
Proverbios 18:24
Algunas amistades se rompen fácilmente, pero hay amigos más fieles que un hermano.
Hebreos 13:5b
Porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré ni te abandonaré».
Malaquías 3:6a
«Yo soy el Señor. No he cambiado».

Autor: Coleen Buglino, 20 de junio 2019.
Fuente: Blog de la Biblia – blog.bible

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Cinco principios bíblicos para ser un mejor amigo

¿Cuántos amigos tienes?
Creo que la respuesta a esa pregunta variará dependiendo de cómo defines a un amigo. Tenemos mejores amigos, buenos amigos, viejos amigos, amigos de la familia, amigos en Facebook, y todo lo demás. Los amigos son algo maravilloso. Nos hacen reír y levantan nuestro espíritu con su presencia. Nuestros momentos más memorables suceden en su compañía. Durante los días difíciles, nos rodean con amor y apoyo.

Pero no importa la cantidad de amigos que tienes y cuántos momentos hayas compartido, todos los que leen este artículo tienen una cosa en común: nunca hemos tenido y nunca hemos sido un amigo perfecto. Con esto, me refiero simplemente a que en nuestras amistades nunca falta la desilusión. De alguna manera, ya sea significativa o no, nuestros amigos nos han fallado y nosotros les hemos fallado a ellos.

Piénsalo. Mientras que algunas de tus alegrías más grandes son el resultado de tus amistades, también lo son tus peores dolores. Hay noches con ellos que desearías no terminaran, y luego hay días en los que deseas vivir aislado. La amistad es una parte integral de la existencia humana, y todos hemos sido moldeados en forma significativa por relaciones que están llenas tanto de dicha como de dolor.

Lo que dice la Biblia al respecto
Es importante saber por qué Dios diseñó la amistad y lo que tiene qué decir al respecto. A través de su Palabra nos ha dado una lente precisa que nos evitará ser ingenuos, pero también nos impedirá convertirnos en cínicos.

Aquí hay algunos principios sobre los amigos que te ayudarán a mantener relaciones saludables.

1. Las amistades son intencionales
En Génesis 2:18, Dios dice que no es bueno que el hombre esté solo. Esta declaración es más amplia que solo el matrimonio, y se aplica al diseño de Dios para toda la humanidad. La frase “ayuda adecuada” utilizada para describir a Eva no la define como una compañera de trabajo, sino una compañía. Dios nos creó para vivir con compañeros porque Él es un Dios social, viviendo en comunidad dentro de la Trinidad como Padre, Hijo, y Espíritu.

Hay beneficios que provienen naturalmente de estas amistades. Tener un compañero en la vida cotidiana es un beneficio hermoso. Tener a alguien que te consuele en tiempos difíciles es otro (Job 2:11). Amigos honestos que te guiarán al arrepentimiento es un tercero de muchos más (Prov. 27:6).

Cristianos, tenemos que buscar y sumergirnos en la comunidad. Si bien la mentalidad de “lobo solitario” a menudo se aplaude en nuestra sociedad, es muy peligroso y solitario vivir en aislamiento. No te separes de las personas, porque te estarás separando de tu diseño original e intencionado.

2. Las amistades pueden convertirse en ídolos
Mientras que la compañía humana es preciosa, Adán y Eva fueron diseñados principalmente para disfrutar de su relación con Dios. La comunión vertical con su Creador proporcionaría la base para su comunión horizontal. Pero debido a que tendemos a adorar y servir a la creación más que al Creador (Rom. 1:25), nuestras amistades pueden convertirse en ídolos.

Dios ya nos ha dado todo lo que necesitamos en Cristo para la vida y la piedad (2 Pe. 1:3). Eso significa que no tenemos que buscar una perfecta satisfacción relacional en personas imperfectas. ¡La ironía es que cuando invertimos el orden y elevamos a la gente por encima de Dios, terminamos arruinando esas relaciones terrenales con la presión que ponemos en ellas para satisfacernos!

3. Las amistades serán difíciles
La historia temprana de la amistad va de perfecto, a mal, a peor. La armonía de la compañía desaparece cuando Adán le lanza la bolita a Eva para evitar la culpa (Gen. 3:12). Luego, en el siguiente capítulo, ¡Caín mata a su hermano Abel!

Muchos de nosotros no podemos identificarnos con el asesinato de un hermano o un amigo, pero el mismo pecado que gobernó a Adán, Eva, y Caín, existe en nuestros corazones y en los corazones de nuestros amigos. Tenemos motivos egoístas, envidia, codicia, y mucho más en nuestras relaciones, a menudo sin siquiera saberlo. ¡No es de extrañar que sean tan desordenadas! No te sorprendas cuando tus amigos te fallen, o peor.

4. Las amistades son redentivas
Si Dios realmente nos ama, ¿por qué no hace que nuestras relaciones estén libres de conflicto? ¡Eso me encantaría! Pero la cuestión es que el propósito principal del Señor en nuestras vidas es la redención: eliminar continuamente el pecado de nuestro corazón (Filip. 1:6). En ninguna parte el pecado está más expuesto que en una relación, donde una persona imperfecta vive con una persona imperfecta en un mundo caído.

Cuando nuestro pecado, o el pecado de nuestro amigo, se ve expuesto, tenemos dos opciones: huir o acercarnos. ¿Te escondes en vergüenza, te defiendes, le echas la culpas a otro, criticas innecesariamente, o albergas amargura? ¿O confiesas tus pecados, pides perdón, dices la verdad, otorgas misericordia, y animas a otros?

El diseño de Dios es que las dificultades que vienen cuando tienes amistades redentivas prueben y fortalezcan tu fe, para que seas perfecto y completo, sin que nada te falte (Stg. 1:2-4). No huyas de estas pruebas. ¡Acércate y alégrate, a pesar de que no sientas ganas de regocijarte!

5. Las amistades tienen esperanza
Todos buscamos consejos y trucos que mejoren nuestras amistades. Comunicación más eficaz, estrategias de resolución de conflictos, estudios de género, tipos de personalidad, etc. Solo ve a la sección de autoayuda en cualquier librería. Pero la realidad es que no hay secretos que garanticen relaciones sin problemas.

Por el contrario, nuestras amistades tienen una esperanza: Jesucristo. La relación destrozada que experimentó con su Padre en la cruz proporciona la base para nuestra doble reconciliación. Jesús nos reconcilió primero con Dios, lo que luego se convierte en la base para la forma en que nos reconcilia unos con otros.

Lo que dijo C. S. Lewis
Quiero terminar con una gran cita de C. S. Lewis. Sé que acabo de decir no hay secretos que garantizan relaciones sin problemas, pero C. S. Lewis se acerca. Escribió:

Cuando haya aprendido a amar a Dios más que a lo que más quiera en la Tierra, amaré lo que me resulta más querido mejor que lo he hecho hasta ahora. En la medida en que aprenda a amar lo que más quiero en esta tierra a expensas de Dios y en lugar de Dios, me estaré moviendo hacia ese estado en que ni siquiera podré amar lo que más amo en la Tierra. Cuando las primeras cosas se ponen primero, las segundas no quedan suprimidas sino aumentadas.

Ya ves, cuando Dios reina en nuestros corazones, la paz reina en nuestras amistades. La mejor amistad solo estará completa en el cielo, pero hay mucho que podemos disfrutar ahora. El Nuevo Testamento ofrece la esperanza de que nuestras relaciones se pueden caracterizar por cosas como humildad, dulzura, paciencia, honestidad edificante, paz, perdón, compasión, y amor.

¿No es maravilloso que la gracia de Dios hace esto posible, incluso con personas imperfectas en un mundo caído? Esta esperanza reta cualquiera que sea la autocomplacencia y el desánimo que podamos tener sobre nuestras amistades, porque Dios puede traer, aquí y ahora mismo, más crecimiento, paz, y bendición por medio de la gracia.

La esperanza del evangelio nos invita a una insatisfacción santa con todas nuestras relaciones y nos anima a abordar el gratificante pero difícil trabajo de amistades redentivas.

Autor: Paul Tripp, traducido por Johanna da Veiga, 19 de mayo 2017
Fuente: Coalición por el Evangelio – www.coalicionporelevangelio.org

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La honestidad en una relación de amigos

¿Qué es la amistad?
¿Qué es la amistad para Jesús, el Hijo de Dios? ¿Qué significa la amistad para nosotros en los actuales días que vivimos en esta tierra convulsa?

La amistad es una relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son familia. De ahí se deriva que existen relaciones amistosas muy fuertes, incluso mucho más que las establecidas por las relaciones de consanguineidad. En el mundo actual se requiere de amistades, pues la amistad es un valor humano basado en la confianza y en la honestidad entre las personas. Es el amor más limpio y puro que se conoce. La amistad es un don de Dios.

Para Jesús, la amistad fue algo esencial en su breve vida en la tierra. Amó por igual a amigos y hasta enemigos. Estableció relaciones de amistad con todos, pero principalmente con tres de sus discípulos: Juan, «el discípulo amado», Santiago y Pedro, que fueron discípulos grandemente amados por él. Jesús amó con amor desbordado e ilimitado a todos los seres humanos, amó a los amigos y a quienes no lo eran hasta el punto de ofrendar su vida por salvarnos a través del sacrificio de su sangre.

El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho» (Juan 15:13–15).

La amistad y la honestidad
La amistad se debe apoyar en lineamientos lúcidos y transparentes para que se consolide como un hecho real y contundente sobre la base de la honestidad. La amistad sigue siendo para Jesús algo primordial en nuestras vidas. Al establecer una relación con nosotros los humanos, lo basó en la humildad y en la honestidad para que sea cercana y estrecha con él.

La honestidad es la honradez, el concepto de la virtud que consiste en decir la verdad por encima de todo, es la decencia, el recato, lo razonable y verdaderamente justo en el cotidiano transcurrir de nuestra existencia humana. Es el respeto por la otra persona hasta el punto de nunca decir lo que no sea cierto, pues la limpieza de corazón es una virtud intachable ante los ojos de Dios.

La amistad es un mensaje de Dios al hombre actual que podemos leer en su Palabra. Jesús es el mejor amigo del hombre y es el mejor ejemplo para nosotros de la amistad. La verdadera amistad se basa en la franqueza, en la honestidad, conceptos sagrados ante Dios y sobre todo, se basa en un profundo y sincero amor.

Al contrario, el amor debe hacernos decir siempre la verdad, para que en todo lo que hagamos nos parezcamos mas a Cristo, que es quien gobierna la iglesia (Efesios 4:15).

No es suficiente hablar solo la verdad, ni es suficiente hablar solo con amor. Pablo nos dice que el amor nos va a guiar a la verdad y la verdad siempre debe estar remojada en el amor. El escritor Warren Wiersbe dijo: «La verdad sin amor es crueldad, y el amor sin verdad es hipocresía».

Dios nos habla de la manera para que podamos tener y mantener una conducta honesta y amorosa como sus seguidores. Solo de esta manera podremos crecer en bendiciones. Mientras más estrecha sea nuestra relación con su Hijo Jesús y nuestra obediencia sea absoluta a él, nuestra vida será ricamente bendecida en la tierra. Basemos nuestra amistad con Jesús y con nuestros amigos en la honestidad, la limpieza y pureza de corazón. Confiemos completamente en él, depositando nuestras cargas diarias en su poder y sabiduría, porque así lo desea para cada uno de sus hijos.

¿Y tú ya tienes establecida una amistad basada en la honestidad con Jesús?

Autora: Mercedes Eleine González, 24 de octubre 2017
Fuente: Blog de la Biblia – Blog.bible

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Tres versículos para los amigos del alma

Me acuerdo como si fuera ayer, mi mejor amiga y yo solíamos correr por la calle a la salida de la escuela rayando con tiza las paredes de los vecinos. ¡Cómo pasa el tiempo! Hace poco más de un año celebrábamos su boda. Dios me ha dado muy buenos amigos (no es necesario hacer aquí una lista de sus nombres, ellos saben bien quienes son, nosotros lo sabemos)… Los amigos son como una sonrisa de Dios en la vida.

¿Les has hablado a tus amigos últimamente? Hace un par de días que estaba pensando en ellos, dónde y cómo estarán. Pasa, a veces, que uno crece y se desconecta de aquellos que fueron tan importantes en su vida. Los amigos también forman parte de nuestra amistad y relación con Dios. Ellos han sido regalos de Dios para nosotros y —como todo regalo de Dios— algún día se nos pedirá cuentas de cómo los hemos tratado.

Decía el gran escritor británico C.S. Lewis «La amistad no es necesaria, como la filosofía, como el arte… No tiene valor de supervivencia; más bien es una de esas cosas que dan valor a la supervivencia». ¿Qué sería de la vida sin amigos? Ellos le dan a la vida sabor y gusto, y a través de ellos podemos descubrir a Jesucristo, porque él es más amigo que cualquier amigo.

  1. 1 Samuel 18:1-3
    Después que David terminó de hablar con Saúl, Jonatán se hizo muy amigo de David, y llegó a quererlo como a sí mismo. Saúl, por su parte, aquel mismo día lo tomó a su servicio y no lo dejó volver a casa de su padre. Y Jonatán y David se juraron eterna amistad, porque Jonatán quería a David como a sí mismo.
  2. Proverbios 18:24b
    Hay amigos más fieles que un hermano.
  3. Juan 15:12-15
    Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes. El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho.

Jesús nos llama «amigos»; y cuando esto pasa, la vida es otra… dan ganas de correr por las calles llenos de alegría como cuando éramos niños.

¿Te ha sonreído Dios a través de tus amigos? ¿Qué has aprendido en la Biblia sobre la amistad? ¿Qué significa para ti ser amigo de Jesús?

Autor: Juan Rojas Hernández, 20 de abril 2017
Fuente: Blog de la Biblia – Blog.bible

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